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Mal de ojo: descubre qué es y si realmente existe

Muchas de las culturas ancestrales de cuyas costumbres nos hemos apropiado tenían ciertas «protecciones» contra las malas energías, algo que en mundo actual se conoce como «mal de ojo», la idea de que alguien nos ha enviado esos deseos malos y puede ello poder afectarnos.  Pero, ¿qué es realmente el mal de ojo? ¿Podríamos afirmar que existe?

Es la denominación que lleva el supuesto proceso a través del cual una persona puede trasladar malas energías a otra por medio de la mirada. De ahí que se le conozca de esa forma tan particular, aún cuando no hay contacto físico entre las partes. Frente a sus síntomas, muchos piensan inmediatamente que han sido «ojeados».

Qué es el mal de ojo

Una creencia milenaria

Decenas de sociedades antiguas describían una serie de trastornos de salud como dolor de cabeza, cansancio, incluso angustia y depresión, un malestar generalizado que sólo podía prevenirse o curarse con herramientas también discutibles. Lo que no se discute es que es una superstición que se ha transmitido durante milenios.

La mayoría de esas culturas argumentaban que el mal de los seres humanos se expresa y sale por los ojos, y que algunos de nosotros somos capaces de alterar emocionalmente a los individuos a los que les deseamos lo peor.

Por eso estas culturas desarrollaron antídotos como maquillarse los ojos a modo de defensa, contactar chamanes o hechiceros locales, llevar cintas de color rojo contra la envidia o colgarse herraduras invertidas en el cuello.

¿Dónde surgió la creencia?

No hay datos que avalen realmente su existencia ni cómo ni cuándo fue la primera vez que se produjo. Se cuenta que apareció en Medio Oriente a través de diferentes leyendas asociadas a la capacidad de algunos dioses como seres capaces de producir ello tan solo con la mirada.

El investigador J.M Roberts desarrolló un trabajo relacionado con la existencia y las causas del mal de ojo, en la que relataba que la mirada de los seres humanos puede provocar daños en otros, relacionando este factor con la envidia.

 

¿Cómo saber si lo tienes?

Conocer cuáles son los síntomas es esencial para poder eliminarlo. A modo de dato curioso, cabe señalar que a los adultos nos afecta más a nivel psicológico, mientras que los signos de alarma de los más pequeños son más físicos.

Uno de los síntomas más comunes del mal de ojo son los trastornos del aparato digestivo, como vómitos, náuseas o diarea. También son muy habituales los cambios de humor sin razón aparente. De un momento a otro podemos pasar de estar felices a tener un llanto descontrolado.

Pero, ¿existe realmente?

Esta pregunta es tan difícil de responder como la de si existe Dios, porque todo depende de nuestra predisposición a creer en esas ideas. Sin embargo, los síntomas del mal de ojo son concretos y perfectamente perceptibles, algo que sabrán muy bien quienes los sufren y acuden inmediatamente a las soluciones más conocidas contra el mal.