Estos son los beneficios que tiene beber cerveza con moderación y que no conocías
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El consumo moderado de cerveza, según varios estudios realizados por instituciones de salud reconocidas, está asociado con beneficios para la salud, como una menor incidencia de diabetes mellitus, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Investigaciones del Hospital Clínic, universidades de Barcelona y Málaga, así como el Instituto de Salud Carlos III, indican que quienes consumen cerveza de forma moderada tienen niveles más altos de colesterol bueno.
Además, un estudio del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sugiere que el consumo moderado de cerveza puede estar relacionado con una reducción de la mortalidad general. Se define como consumo moderado una bebida al día para mujeres y entre una y dos unidades para hombres.
Estos son los beneficios de beber cerveza con moderación
El consumo moderado de cerveza se ha asociado con beneficios para la salud debido a su contenido en vitaminas, proteínas, ácido fólico y antioxidantes. Estudios sugieren que puede contribuir positivamente a la salud cardiovascular, ósea y en la prevención de la obesidad, siempre y cuando se consuma dentro de una dieta equilibrada.
Investigaciones recientes, como el estudio realizado por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) en colaboración con el Centro de Información Cerveza y Salud, destacan los beneficios del consumo moderado de cerveza en la reducción del riesgo cardiovascular, problemas de osteoporosis y obesidad.
Asimismo, el estudio «Cerveza, Dieta Mediterránea y enfermedad cardiovascular», realizado por el Hospital Clínic, las Universidades de Barcelona y Málaga, y el Instituto de Salud Carlos III, entre otros, concluyó que el consumo moderado de cerveza está asociado con efectos positivos en relación con las enfermedades cardiovasculares.
Esta investigación, realizada en el marco del estudio Predimed con 1.249 participantes con alto riesgo vascular, encontró que aquellos que consumían cerveza de forma moderada tenían menor incidencia de diabetes mellitus, hipertensión y niveles más altos de colesterol HDL (bueno) en comparación con los no bebedores.
Efectos en la salud
El consumo moderado de cerveza presenta una serie de beneficios para la salud, respaldados por diversos estudios científicos. En primer lugar, la cerveza contiene nutrientes como vitaminas del grupo B, ácido fólico, carbohidratos, minerales como magnesio y calcio, así como antioxidantes y fibra, lo que la convierte en un alimento nutritivo.
Además, se ha demostrado que su consumo moderado puede ayudar en la prevención de enfermedades cardiovasculares, al aumentar el colesterol HDL (bueno) y proteger contra lesiones miocárdicas asociadas al infarto. Asimismo, la presencia de silicio en la cerveza promueve la salud ósea y puede estar asociada con la protección contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Otros estudios sugieren que el consumo moderado de cerveza puede tener efectos positivos en la prevención y el control de la diabetes, así como en la recuperación después del ejercicio físico, gracias a sus propiedades hidratantes y su bajo contenido alcohólico
Además, a pesar de la creencia popular, no hay evidencia que relacione el consumo moderado de cerveza con el aumento de la grasa abdominal, siendo más determinantes una alimentación desequilibrada, la falta de ejercicio y factores genéticos en la aparición de la obesidad.
¿Qué tipos existen?
Las cervezas pueden clasificarse en dos grandes categorías: las lager, de fermentación baja, y las ale, de fermentación alta. Dentro de las lager, encontramos estilos clásicos como la Pilsen, de origen checo y caracterizada por su aspecto dorado y ligero amargor; la Pale Lager, similar a la Pilsen pero con menos presencia de lúpulo; la Marzen, asociada al Oktoberfest y de tono más cobrizo; y la American Lager, típica de Estados Unidos y más ligera que las tradicionales.
Por otro lado, las cervezas ale incluyen variedades como la Pale Ale, de maltas pálidas y múltiples subestilos como las IPA, conocidas por su elevado amargor debido al uso abundante de lúpulo; la Bitter, una cerveza clásica británica con baja carbonatación y tonalidades doradas o cobrizas; y la Brown Ale, de color ambarino o marrón y con notas a caramelo o toffee.
Además, encontramos las cervezas trapenses, elaboradas por monjes en monasterios que cumplen con ciertos requisitos, como Dubbel y Trippel; las cervezas de abadía, similares a las trapenses pero sin cumplir esos requisitos; y estilos como la Weisbier, típica de Alemania y elaborada con una alta proporción de trigo.
Por último, cabe señalar que, según la OMS, cualquier nivel de consumo de alcohol puede tener riesgos para la salud, pero define el consumo de riesgo a largo plazo como entre 20 gramos y 40 gramos de alcohol al día para mujeres, y entre 40 gramos y 60 gramos para hombres. Superar estos límites se considera un consumo perjudicial. Además, consumir más de 60 gramos de alcohol en un solo día, de manera ocasional, se considera un consumo excesivo ocasional. Por tanto, la OMS recomienda un consumo moderado de alcohol, definido como menos de 20 gramos al día para hombres y menos de 10 gramos para mujeres.
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