Di adiós a echarte desodorante después de la ducha: la explicación de los expertos

Durante mucho tiempo, hemos aplicado mal los productos para el control del olor corporal. Tradicionalmente, al levantarnos por la mañana y después de la ducha, nos hemos echado desodorante en las axilas con la esperanza de dejar de sudar. Sin embargo, este enfoque tiene sus fallos, a menudo debido a la confusión entre desodorantes y antitranspirantes, y sus diferencias fundamentales. Mientras los desodorantes disimulan o reducen el olor corporal sin afectar la cantidad de sudor, los antitranspirantes se formulan como medicamentos que bloquean las glándulas sudoríparas con sales de aluminio, reduciendo así la producción de sudor.

Cabe destacar que los desodorantes se pueden aplicar en cualquier momento del día para enmascarar el olor, pero los antitranspirantes tienen un momento específico para ser efectivos. Aplicar el antitranspirante por la noche, con las axilas secas, permite que los poros se cierren adecuadamente y evita la irritación causada por la mezcla de agua y sales de aluminio. Para quienes prefieren alternativas más naturales, la piedra de alumbre es una muy buena opción.

El mejor momento para echarse desodorante

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El desodorante es un elemento esencial en la rutina de higiene diaria para muchas personas, ya que ayuda a controlar y reducir el olor corporal, especialmente en áreas como las axilas. Su función principal es neutralizar los malos olores causados principalmente por las bacterias presentes en el sudor, proporcionando una sensación de frescura y limpieza que perdura a lo largo del día.

Por lo general, se utiliza después de cambiarse de ropa o especialmente después de la ducha. Sin embargo, expertos señalan que el momento más efectivo para aplicar el desodorante no es justo después de la ducha, como comúnmente se cree.

Según el presidente de la Academia Americana de Dermatología, David Pariser, citado por Consumer Reports, aplicar el desodorante antes de irse a dormir es la mejor práctica. Esto se debe a que durante la noche, cuando la actividad de las glándulas sudoríparas es menor, el producto puede penetrar de manera más efectiva en los conductos sudoríparos, maximizando su eficacia.

Un estudio publicado en The British Journal of Dermatology respalda esta recomendación, sugiriendo que la aplicación nocturna permite una mejor difusión del producto durante periodos de baja sudoración.

Farmacéutico Fernández, conocido por sus consejos en TikTok, también explica que aplicar el desodorante sobre la piel mojada después de la ducha puede reducir su efectividad, ya que los antitranspirantes se absorben mejor cuando las glándulas sudoríparas están menos activas y producen menos sudor.

Por lo tanto, el momento ideal para echarse desodorante es antes de acostarse, cuando el cuerpo está más tranquilo y seco. Para hacerlo, hay que seguir los siguientes pasos:

1. Si utilizas un antitranspirante en aerosol, asegúrate de agitarlo antes de usarlo para que los ingredientes se mezclen completamente.
2. Cuando apliques el antitranspirante, sostén el envase aproximadamente a 15 cm de tus axilas para una aplicación efectiva.
3. No es necesario saturar tus axilas con el antitranspirante en aerosol. Un rociado corto y directo durante dos segundos en cada axila será suficiente.
4. Si el antitranspirante es en roll-on, asegúrate de girar la bolilla varias veces para distribuir uniformemente el producto sobre la axila.

Desodorante y antitranspirante

Es importante distinguir entre desodorantes y antitranspirantes: mientras los primeros combaten el olor corporal al eliminar las bacterias que descomponen el sudor, los antitranspirantes reducen la producción de sudor al bloquear temporalmente las glándulas sudoríparas. A menudo se encuentran combinados en productos híbridos, pero cada uno cumple una función específica en el manejo del olor y la transpiración corporal.

¿Cómo elegir el mejor?

La transpiración es esencial para regular la temperatura corporal, pero puede resultar en uno de los olores más desagradables del cuerpo: el sudor. Afortunadamente, los desodorantes y una buena higiene personal pueden ayudar a limitar y neutralizar este olor de manera efectiva.

Es importante elegir un desodorante que ofrezca una fórmula integrada con componentes antitranspirantes y fragancias agradables. Además, los desodorantes están disponibles en varias formas como spray, roll-on, stick o crema, cada una con sus diferencias.

Los desodorantes en spray se absorben rápidamente, proporcionando una sensación inmediata de frescura, mientras que los formatos roll-on, stick o crema son más prácticos y adecuados para personas con sudoración intensa debido a su mayor concentración de sales de aluminio.

Al seleccionar el desodorante adecuado, también es crucial considerar si prefieres uno con o sin alcohol, especialmente si tienes la piel sensible. Optar por un desodorante sin alcohol puede ayudar a prevenir la irritación y el enrojecimiento cutáneo.

Además del tipo y la formulación, es fundamental que el aroma del desodorante sea de tu agrado personal. Por último, elegir un desodorante que sea incoloro y de rápida absorción puede prevenir las antiestéticas manchas en la ropa, manteniendo así una apariencia impecable a lo largo del día.