Descubre cómo sonaban las lenguas antiguas como el latín, el fenicio o el etrusco

A lo largo de la historia, numerosos idiomas han prosperado y desaparecido, dejando escasos registros escritos que revelen cómo se hablaban en realidad. Sin embargo, gracias a los avances en la lingüística histórica y la fonética experimental, ahora es factible reconstruir con mayor precisión la pronunciación de lenguas antiguas, como el latín, el etrusco, el griego antiguo y otras lenguas antiguas.

Estos avances nos proporcionan una comprensión más cercana de cómo sonaban estos idiomas y cómo se desarrollaba la comunicación en civilizaciones pasadas. Los progresos en este campo nos brindan una comprensión más detallada de cómo sonaban estas lenguas antiguas, enriqueciendo nuestra comprensión de la historia y la diversidad lingüística a lo largo del tiempo.

Así sonaban las lenguas antiguas

El latín clásico tenía un sonido bastante diferente al latín eclesiástico que conocemos. Se cree que las vocales eran más abiertas y redondeadas, que el acento solía caer en la penúltima sílaba y que existían distinciones fonéticas que con el tiempo se perdieron. Los lingüistas han logrado inferir estos detalles, como la pronunciación más gutural de las consonantes, gracias al meticuloso estudio de textos antiguos, inscripciones y relatos históricos.

En el caso del griego antiguo, contamos con la ventaja de poseer tratados lingüísticos provenientes de la Antigua Grecia que ofrecen detalles sobre su pronunciación. Se sabe que esta lengua poseía vocales y consonantes que ya no existen en el griego moderno y que el acento podía variar libremente dentro de las palabras, un aspecto diferente al sistema de acentuación más fijo presente en la lengua griega actual.

El etrusco es una lengua fascinante que aún no ha sido completamente descifrada. Sin embargo, mediante el análisis de textos restantes y comparaciones con otras lenguas de la región, como el latín, se han formulado hipótesis sólidas sobre su sistema vocálico y sus regulaciones fonotácticas. Los estudios han sugerido que, a diferencia del latín, el acento en el etrusco tenía la particularidad de poder recaer en cualquier sílaba dentro de las palabras.

El fenicio es una lengua antigua conocida en la actualidad por una serie limitada de inscripciones breves y uniformes, las cuales tienen un carácter principalmente oficial y religioso. Los hablantes idearon un sistema de escritura alfabético de tipo acrofónico, asignando un símbolo a cada letra que representara el sonido con el que comenzaba una palabra. En el fenicio y en muchas lenguas semíticas, todas las palabras comenzaban con una consonante. Por lo tanto, no se asignaron símbolos a las vocales en el sistema de escritura fenicio, lo que caracterizó notablemente su escritura.

Idioma más antiguo del mundo

El tamil es el idioma más antiguo y continuamente hablado en el mundo, siendo una lengua dravídica que ha perdurado por más de 5 mil años en el subcontinente indio. Está estrechamente relacionado con el Tamil Clásico, documentado en inscripciones desde alrededor del 300 a.C., siendo considerado uno de los idiomas clásicos más antiguos y aún vigentes. Actualmente, cerca de 83 millones de personas lo hablan, principalmente en la India, con concentraciones de hablantes en Sri Lanka y Singapur, y comunidades dispersas en Fiji, Malasia, Mauricio, y Sudáfrica.

El tamil es considerado el idioma más antiguo del mundo, pero los historiadores sugieren que el sumerio es la primera lengua documentada. Clasificado como un lenguaje cuneiforme, el sumerio se divide en cuatro períodos: Sumerio Arcaico, Antiguo Sumerio o Sumerio Clásico, Sumerio Nuevo y Post-Sumerio. Los registros de este idioma se remontan alrededor del año 3200 a.C. en el sur de Mesopotamia, y su existencia definió la cultura mesopotámica de la época.  Sin embargo, a pesar de ser uno de los idiomas más antiguos, el sumerio no se expandió significativamente más allá de la región de Mesopotamia.