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¿Es cierto que cuanto más comes un alimento, menos te gusta?

La ciencia advierte: si comemos grandes cantidades de un mismo alimento, al final ya no nos resultará tan agradable; por lo tanto, es probable que durante algún tiempo ya no tengamos ganas de saborearlo. ¿Alguna vez has experimentado esto? Intenta probar una de tus comidas favoritas: la sensación debe ser que cada bocado es cada vez menos agradable que el anterior. Y así, cuanto más grande sea la porción en tu plato, menos placer obtendrás de los últimos bocados. Pero ¿por qué cuanto más comes un alimento, menos te gusta? Os damos a continuación la respuesta.

Cuanto más comes un alimento, menos te gusta

Comer un alimento y que progresivamente nos vaya dejando de gustar no es algo tan raro. Ocurrió, por ejemplo, durante un experimento en la Universidad de Stanford (EE. UU.), para el que un grupo de voluntarios probó unas galletas saladas y evaluó qué tan agradables eran: quienes comieron 15 encontraron los últimos bocados mucho menos placenteros que quienes habían recibido solo tres.

El análisis reveló que consumir primero una pequeña porción de comida da lugar al deseo de comer más, independientemente de la sensación de hambre. Es por el llamado efecto de actualidad : es decir, la información más reciente, por ejemplo las últimas palabras de un discurso o los elementos finales de una larga lista, siempre se recuerdan mejor.

De bocado a bocado

De la misma forma, los últimos bocados de un alimento que estamos degustando quedan más grabados en la mente, interfiriendo con el recuerdo del placer que se sentiste al inicio de la comida. Es por este motivo que cuanto más comemos los alimentos que nos gustan, menos, durante un tiempo, los disfrutaremos. No llegarán a dejar de gustarnos, dado que por otro lado siempre vamos a querer comerlo cuando lo vemos delante, pero en el momento de comerlos, se disfrutan mucho más los primeros bocados que los últimos.

Por otro lado, debes tener también cuidado también con las porciones demasiado abundantes, porque son decisivas para la cantidad de alimentos consumidos y, en consecuencia, perjudiciales para mantenerse en forma . Así lo comprobó un estudio de la Universidad de Cambridge que combinó los resultados de otros 61 estudios sobre el tema, reuniendo un total de 6.711 participantes. Demostrando que si se redujeran los tamaños de vajillas, empaques y alimentos, el consumo diario sería de un 12 a un 16 por ciento menor en Gran Bretaña (con una reducción correspondiente de 279 kcal) y de 22 a 29 por ciento en Estados Unidos (527 kcal).