Qué es el mezcal mexicano
Desde hace unos años son muchos los que confunden el mezcal mexicano con el tequila. De hecho, no son pocos los que creen que es esta última bebida la que contiene el famoso gusano dentro de sus botellas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, es el mezcal el que incluye el famoso bicho. Pero, ¿en qué consiste realmente este líquido con alta graduación alcohólica?
El mezcal ha sido desde hace muchos años una bebida que prácticamente solo se consumía en México. Sin embargo, en los últimos tiempos está comenzando a exportarse fuera de las fronteras del país azteca, vendiéndose principalmente en tiendas especializadas.
Hay que considerar que el mezcal mexicano y el tequila tienen ciertas similitudes. Ambas son un destilado sumamente alcohólico de diversos tipos de agaves, plantas procedentes de las agaváceas que se encuentran con suma facilidad en el país centroamericano.
Sin embargo, mientras que el tequila se hizo famoso mundialmente y se exportó por multitud de países, el consumo de mezcal se circunscribió primordialmente a la zona de México, comenzando su fama en los últimos años.
Hay que recordar que el tequila, además, se regula para su destilado por normas bastante exhaustivas desde el órgano regulador mexicano, como el uso exclusivo de agave azul. Sin embargo, el mezcal ha seguido procesos más libres, por lo que puede combinar ciertos tipos de agave e incluso la introducción de un gusano en su botella con fines meramente comerciales, pues no sirve para nada.
No obstante, desde hace unos años, el mezcal ya posee denominación de origen y solo se produce en ciertos estados mexicanos, que van desde Oaxaca hasta Tamaulipas.
Tipos de mezcal mexicano y otras consideraciones
Actualmente, ya podemos encontrar diversos tipos de mezcal en México. El más joven suele ser el blanco, mientras que el reposado tiene tiempos de maduración de no menos de dos meses en barrica, y el añejo se reposa un mínimo de medio año.
El mezcal es un licor orgánico de fabricación artesanal cuya calidad depende del suelo y la planta, que son factores básicos para destilar una bebida del gusto de los usuarios. Además, es importante que no se usen fertilizantes para el agave, y tampoco se le añade al resultado final conservante alguno.
Así que, si te apetece probar un trago de este licor con sabor singular, no olvides probarlo con gajos de naranja o integrarlo en algún cóctel. Recuerda que no todos los paladares están preparados para una bebida tan particular, pues puede ser dura su ingesta, ya que nunca deja indiferente a nadie.
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