Emocionante triunfo de Padilla en Palma antes de que Baleares se cargue los toros

Padilla-Gijón
Juan José Padilla en una reciente imagen (Foto: Efe).

El diestro Juan José Padilla protagonizó este jueves una emocionante noche de toros en Palma de Mallorca, donde salió a hombros tras cortar dos orejas, en el penúltimo festejo antes de que entre en vigor la polémica ‘ley de toros’ balear y en el que tanto David Fandila ‘El Fandi’ como Sebastián Castella pasearon un trofeo.

Una noche especial en Palma. Distinta. Al menos en cuanto al ambiente que se respiraba en el coliseo momentos antes de empezar la corrida, la penúltima antes de que entre en vigor la ley de ‘toros a la balear’ que tanta polémica ha despertado dentro del mundo del toro, que ve en ella una artimaña política para acabar prohibiendo la fiesta en las islas.

Más de medio aforo cubierto, o, lo que es lo mismo, más de 5.000 personas, a las 21:30 horas, pasando una noche de verano en los toros para ver a dos mediáticos como Juan José Padilla y El Fandi, y una figura contrastada como el francés Sebastián Castella.

Al final el único que se llevó el gato al agua de una manejable, desrazada y muy terciada corrida del hierro segoviano del Marqués de Quintanar fue el ‘pirata’ Padilla, que, a base de entrega y raza conectaron con unos tendidos que parecieron despertar, sobre todo, con la faena que el jerezano protagonizó al cuarto.

Variedad capotera, facilidad con ‘los palos’ y disposición total en la muleta fueron los mimbres de una labor de alto voltaje, tanto que, tras la estocada, los tendidos pidieron las dos orejas, aunque el usía decidió dejar el premio en singular.

Clamorosa vuelta al ruedo de Padilla, ataviado con dos banderas piratas y otra de España, mientras los tendidos ‘rompían’ a grito de «Libertad, libertad». La emoción fue tal que el ‘ciclón de Jerez’ tuvo que recorrer nuevamente el anillo entre la ovación del respetable.

Juan José Padilla
Triunfo de Juan José Padilla en Palma. (Foto: EFE)

Antes, en su primero, también logró otra oreja Padilla merced a una labor ‘marca de la casa’ que conectó mucho con la gente.

Huracán Fandi

Otro que causo furor fue el granadino Fandi, todo un huracán con el capote en su primero: larga cambiada, verónicas, chicuelinas y hasta lopecinas. Con los ‘palos’, el acabose. Muleta en mano puso mucha voluntad el torero ante un toro que fue apagándose como una vela y al que corto una oreja.

El quinto fue toro deslucido, y, aunque el Fandi puso nuevamente toda la carne en el asador, esta vez no pudo estructurar faena lucida. Fue ovacionado.

Otra ovación obtuvo Castella de su primero, toro que fue a menos durante su lidia, y al que el francés exprimió con temple, largura y ligazón en el primer tramo de faena, metiéndose finalmente entre los pitones. Su fallo a espadas le privó de tocar pelo.

Sí obtuvo premio del apagado sexto, al que cuajó una labor de similar guisa, aunque, esta vez, con oportuna y eficaz rúbrica en la suerte suprema.

Ficha del festejo

Seis toros del Marqués de Quintanar, muy justos de presentación, demasiado terciados y cómodos por delante, noblotes, bajos de raza, y de juego desigual. Los mejores, primero, segundo y cuarto.

Juan José Padilla, de caldero y azabache, oreja, y oreja con fuerte petición de la segunda y dos vueltas al ruedo.

David Fandila ‘El Fandi’, de azul marino y oro, oreja y ovación.

Sebastián Castella, de lila y oro, ovación y oreja.

La plaza registró más de media entrada en los tendidos.

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