Comunidad Valenciana
Cuentas Autonómicas

El último ejercicio completo de Ximo Puig se cierra con un endeudamiento por valenciano de 12.218 €

El endeudamiento por cada habitante de la Comunidad Valenciana es de 12.218,48 € al cierre del ejercicio de 2022, el último completo bajo el gobierno del socialista Ximo Puig. Así se refleja en la cuenta general de la Generalitat del citado ejercicio. Y así lo ha manifestado, también, la consejera de Hacienda y Modelo Económico del nuevo Ejecutivo, Ruth Merino, tras el Pleno del Consell (el Gobierno valenciano).

No obstante, según ha explicado también Ruth Merino, el actual gobierno valenciano, que preside el popular Carlos Mazón, no va a realizar otros recortes que los que suponen un ahorro del gasto en políticos y gastos superfluos. Merino ha garantizado que no habrá recortes en los «gastos fundamentales».

ahorrará en todo lo que suponga «duplicidades» y «una ineficiencia en la gestión». Por tanto, el ahorro procederá de una mayor eficacia, eficiencia y optimización del gasto público.

El dato del elevado endeudamiento por habitante que presenta la Generalitat Valenciana no es el único preocupante. Siempre según el citado informe, el pasivo corriente y no corriente asciende a 61.802.740.644,10 €, «que es superior al cuádruple del total del activo» y supone el nivel de endeudamiento por habitante antes citado.

Pero el informe, va más allá, y cifra el déficit de la Generalitat Valenciana en 2022 en el 3,1% del Producto Interior Bruto (PIB). La deuda publica en 2022 es de 53.032 millones de €, lo que supone el 44,4% del PIB regional: el de la Comunidad Valenciana.

Merino ha calificado la situación financiera en que el Gobierno de Ximo Puig ha dejado a la Generalitat Valenciana de «muy preocupante» en muchos de sus indicadores.

También, se ha referido al futuro impacto que generará la supresión de los impuestos de sucesiones y de donaciones, una de las primeras medidas del nuevo Ejecutivo de Mazón y que según ha explicado la Consejera de Hacienda se comenzará a notar cuando los inmuebles se pongan en circulación y comiencen a generar, a su vez rendimiento económico. Y ha recordado también que en torno a 5.000 valencianos habían tenido que renunciar a sus herencias.