Comunidad Valenciana
CRISIS EN LA ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SANIDAD VALENCIANA

Ultimátum del Sindicato Médico a Barceló: o convoca ya la mesa sectorial o irán a los tribunales

Los médicos de la Atención Primaria se han hartado de los anuncios públicos de la consejera de Sanidad valenciana Ana Barceló, que les conciernen directamente. El vaso se ha colmado después de la comparecencia de Barceló ante la Comisión de Sanidad de las Cortes Valencianas, donde la consejera del Gobierno, que dirige el socialista Ximo Puig, efectuó unos anuncios sin consenso previo. Por ello, el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV) le ha dirigido una dura carta en la que le recuerda la «obligación» de mantener una negociación «real» con los sindicatos del sector y le ha exigido que convoque la Mesa Sectorial. De lo contrario, irán a tribunales de Justicia.

El Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana, mayoritario en el ámbito de la Atención Primaria, mantiene serias diferencias con Puig y Barceló, agravadas hace algunas semanas, cuando en su recurso de suplicación ante los tribunales el Gobierno valenciano manifestó que había tenido que poner bajo llave los elementos de protección en la primera ola de la pandemia ante la existencia de supuestos robos. Entonces, el sindicato reclamó dos cosas: una, que Puig retirara esa parte del recurso. Y, otra, que pidiera perdón a los médicos por semejante acusación. Ni una cosa ni la otra hizo Puig, con lo que el ambiente, que ya estaba caldeado por cuestiones como la saturación en la Atención Primaria valenciana y lo que los médicos consideran ninguneo en la elaboración del plan de choque de esa Atención Primaria elaborado desde la Consejería, se enrareció aún más.

Ahora, el Sindicato Médico ha evidenciado su malestar con la consejera porque entiende que las medidas que ella quiere implementar afectan de modo directo a las condiciones de trabajo de los galenos que el sindicato representa. Sobre todo, una: la creación de lo que consideran ‘direcciones paralelas’ en los centros de Salud. Los médicos llevan tiempo barruntando que Barceló quiere situar a personal de Enfermería al frente de esos centros. Y, por ahí, no están dispuestos a pasar, porque tanto el diagnóstico como el tratamiento y, por consiguiente, la responsabilidad que ello acarrea con cada paciente, entienden que son materias reservadas al facultativo.

Pero, además, hay otras cuestiones que mantienen la herida abierta, como los problemas del transporte de los médicos en atención domiciliaria y urgente, que se mantengan médicos, según denuncian desde el sindicato con «contrataciones ilegales», las agendas interminables e imposibles de atender o la merma de plantilla.

A todo ello, se suma una cuestión más, que es la que ha desbordado el vaso. Barceló anunció ante la Comisión de Sanidad de las Cortes valencianas 1.600 contrataciones para la Atención Primaria antes de que finalice abril. Es la tercera vez que hace ese anuncio, del que sólo ha cambiado la coletilla. Primero, los iba a contratar antes de abril. Ahora, a final de ese mes. Y los médicos temen que de esas 1.600 contrataciones anunciadas sólo entre entre 200 y 300, en el mejor de los casos, sean nuevos facultativos, cuando se necesitan, según los cálculos del sindicato, en torno a 700-800 médicos y pediatras. Los demás serían, según esa versión de los médicos, personal administrativo, auxiliares y personal de Enfermería.

Con todas estas cuestiones como eje de una relación extremadamente enrarecida entre los médicos de Atención Primaria y el Gobierno valenciano, los galenos no entienden que Ana Barceló siga sin reunirse con los representantes sindicales del universo sanitario público valenciano. Por ello, han anunciado que si continúan vulnerándose sus derechos a la libertad sindical y se pretende que la Mesa Sectorial se convierta en un «mero trámite informativo» de los proyectos de reforma de Puig y Barceló, no dudarán en ir a los tribunales y le exigen que convoque de manera urgente la Mesa Sectorial para entregarles la totalidad de las reformas que piensa llevar a cabo, de modo que los sindicatos y los profesionales puedan analizarlas, emitan su parecer y se abra una negociación en la que prime «la buena fe» de las partes. Si no es así, irán a los juzgados.

La petición no es, por tanto, un armisticio, sino un ultimátum: o negociación o tribunales. El Sindicato Médico ya ha llevado a los juzgados a la Consejería de Sanidad por la falta de elementos de protección en la primera ola de la pandemia y tiene a su gabinete jurídico en alerta. Incluso, ha difundido entre sus asociados la posibilidad de incorporarse a las demandas judiciales abiertas contra el Gobierno valenciano. Otra cuestión distinta es que a raíz de esa negociación las aguas se calmen. Algo que ahora se antoja extremadamente complicado. Pero esa será ya otra historia.