La Vía Láctea podría ser más grande de lo que pensamos

La Vía Láctea podría ser más grande de lo que pensamos
La Vía Láctea podría ser más grande de lo que pensamos

Siempre se ha creído que la Vía Láctea tiene un diámetro de entre 100.000 y 130.000 años luz. ¿Qué hace pensar ahora a un equipo de investigadores de que podría ser más grande, incluso llegando a duplicar estas medidas?

Sepamos que la Vía Láctea es la galaxia en la que se ubica en Sistema Solar, y dentro del mismo está nuestro planeta Tierra. Si la observáramos desde fuera, veríamos una especie de disco con varios brazos en espiral y una pequeña barra en su centro que atraviesa su núcleo, mucho más brillante que el resto.

Las galaxias se ‘unen’ en grupos de ellas, y en nuestro caso, nos encontramos en el conocido como Grupo Local. Hay varias decenas de ellas de diversos tamaños, y también suelen estar rodeadas de otras más pequeñas que son atraídas y absorbidas por la fuerza de la gravedad provocando grandes choques.

En nuestro caso, se estima que la Vía Láctea podría contener un total de unos 200.000 millones de estrellas, aunque, a tenor de los nuevos datos, si se confirman correctos, podrían ser muchas más, o tal vez las mismas, pero más alejadas unas de otras de lo que se creía.

Nuevos estudios sobre el tamaño de la Vía Láctea

El nuevo estudio ha sido llevado a cabo en colaboración entre el NAOC, el Observatorio Nacional Astronómico de Pekín, y el IAC, el Instituto de Astrofísica de Canarias.

Fruto de sus investigaciones, parece ser que nuestra galaxia podría tener unos 200.000 años luz de diámetro, el doble de lo que se estimaba actualmente.

Actualmente se creía que la mayor concentración de estrellas se ubicaba en su centro, y según se alejaban por los brazos de cada espiral, la densidad se reducía. Por ello se estimaba que el Sol está a la mitad aproximadamente de la distancia entre el extremo y el centro.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han estudiado el disco formado por el núcleo y los brazos espirales, y la corona, con forma esférica, que rodea a dicho disco. En la comparación entre las estrellas y la citada corona, se ha encontrado abundancia de metales, más allá de helio e hidrógeno.

Al analizar los datos recopilados en los proyectos LAMOST y APOGEE, se ha descubierto una mezcla de estrellas del disco y de la corona a distancias más elevadas de las que se suponían. Al revisar la metalicidad de las estrellas catalogadas, se ha descubierto abundancia de ellas a grandes distancias.

De momento no nos afecta demasiado este descubrimiento, pero, si se confirma, ya sabremos qué consecuencias podría acarrear.

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