Stephen Hawking

El primero en hablar del Big Bang no fue Hawking

El concepto de Big Bang tiene sus raíces en el siglo XX, mucho antes de que Hawking hiciera sus contribuciones a la cosmología.

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Big bang
El primero en hablar del Big Bang.
Francisco María
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La teoría del Big Bang es la más conocida y destacada sobre el origen del Universo. Esta teoría postula que el Universo comenzó como una singularidad y se expandió desde un estado extremadamente denso y caliente.

La mayoría de las personas piensan que el CREADOR de esta teoría fue Stephen Hawking. Sin embargo, esto es un error. A menudo se pasa por alto a la figura clave detrás de esta teoría revolucionaria: Georges Lemaitre, un hombre cuyo papel en el desarrollo de la cosmología moderna es fundamental, pero a menudo subestimado.Hawking

¿Quién era Georges Lemaitre?

Georges Lemaitre nació el 17 de julio de 1894 en Charleroi, Bélgica. Fue un hombre de múltiples talentos: sacerdote católico, matemático, astrónomo y profesor de física en la Universidad Católica de Lovaina. Desde temprana edad, demostró habilidades excepcionales en matemáticas y física.

Después de servir como voluntario en el ejército belga durante la Primera Guerra Mundial y recibir la Cruz de Guerra, Lemaitre completó sus estudios superiores en física y matemáticas.

En 1923, fue ordenado sacerdote y recibió una beca para estudiar en el Cambridge Observatory bajo la tutela de Arthur Eddington, un reconocido astrofísico. Esto cambiaría su vida por completo.

Comienzos de la teoría

La teoría del Big Bang postula que el universo se originó a partir de una singularidad extremadamente caliente y densa hace aproximadamente 13.800 millones de años. A medida que el universo se expandió y enfrió, la materia y la energía se condensaron para formar estrellas, galaxias y planetas. Esta teoría fue propuesta por primera vez por el físico belga Georges Lemaître en 1927, mucho antes de que Hawking naciera.

Lemaître, quien también era sacerdote católico, basó su teoría en las ecuaciones de la relatividad general de Albert Einstein. Él postuló que el universo estaba en constante expansión, lo que implicaba que en el pasado estaba mucho más comprimido y caliente de lo que es hoy en día. Esta idea revolucionaria fue recibida con escepticismo en su época, pero con el tiempo se convirtió en la base de la cosmología moderna.

George Gamow y Hoyle

A pesar de la importancia de las contribuciones de Lemaître al desarrollo de la teoría del Big Bang, fue el físico estadounidense George Gamow quien popularizó el concepto en la década de 1940. Gamow y sus colaboradores propusieron que la radiación cósmica de fondo que se observa en el universo era el «eco» del Big Bang original, una idea que posteriormente fue confirmada por observaciones astronómicas.Explosión Universo

Otro científico clave en la historia del Big Bang fue el físico ruso-británico Fred Hoyle, quien inicialmente se opuso a la teoría y acuñó el término «Big Bang» de manera despectiva en un programa de radio en 1949. A pesar de sus críticas iniciales, Hoyle finalmente aceptó la teoría del Big Bang y reconoció su importancia en nuestra comprensión del universo.

Una idea genial

Durante su tiempo en Cambridge, Lemaitre comenzó a desarrollar una teoría radical sobre el origen del Universo. Inspirado por las ideas de la Relatividad de Einstein, Lemaitre propuso una visión audaz: el Universo no era estático, sino que se expandía.

Imaginó un punto primigenio, un “huevo cósmico” o un “átomo primigenio” que contenía toda la materia y energía del Universo en un estado extremadamente compacto. A partir de este estado inicial, el Universo comenzó a expandirse, llevando consigo la materia y el espacio a medida que se expandía.

Esta visión pionera de Lemaitre sobre la expansión del Universo sentó las bases para lo que hoy conocemos como la teoría del Big Bang. Sus ideas, aunque inicialmente recibidas con escepticismo, eventualmente ganaron aceptación en la comunidad científica.

Un científico muy especial

A pesar de sus significativas contribuciones a la cosmología, Lemaitre era conocido por su modestia y su reticencia a destacar sus logros. Por ejemplo, descubrió la teoría de Hubble dos años antes que el propio Hubble, aunque nunca buscó reconocimiento por ello.

A pesar de coincidir con Einstein en varios aspectos, Lemaitre no vaciló en desafiar las conclusiones del renombrado científico alemán. Se cuenta que Einstein, en una ocasión, reconoció que solo una persona en la audiencia comprendía su discurso después de una clase, y esa persona era Lemaitre.

A pesar de su profunda pasión por la ciencia y la religión, Lemaitre mantenía una clara separación entre ambas esferas. Él creía firmemente en la importancia de mantener la ciencia y la fe como campos independientes, sin mezclarlas en un mismo proyecto.

Un legado duradero

Lemaitre recibió numerosos honores y reconocimientos por sus contribuciones a la ciencia, incluida su elección como miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Bélgica en 1941.

A lo largo de su carrera, Lemaître ocupó diversos cargos en la Academia Pontificia de las Ciencias, llegando a ser asesor personal del Papa Pío XII y presidente de la misma en 1960.

En sus últimos años, Lemaître se dedicó al estudio de la informática y las computadoras, mostrando un interés creciente en estas áreas emergentes. Falleció en Lovaina en 1966, dos años después de que se confirmara el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas cósmicas, que proporcionaba evidencia adicional de su teoría del Big Bang.

Aunque su nombre puede ser menos conocido que el de otros científicos, el impacto de Georges Lemaître en nuestra comprensión del universo es innegable. Su legado perdura en el campo de la cosmología y su contribución al entendimiento del origen del universo sigue siendo relevante en la actualidad.

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