Ciencia
Una investigación de la Universidad de Surrey

Nanopartículas, el nuevo método para tratar el cáncer

Los tiempos avanzan y con ellos los tratamientos médicos. Muchos han sido los remedios experimentales que han intentado acabar con el cáncer a lo largo de la historia, y es que la comunidad científica está haciendo todo lo posible por buscar una cura de una enfermedad que afecta cada año a millones de personas en todo el mundo. En este caso hablamos de la termoterapia, un tratamiento basado en la aplicación de frío o calor en determinadas zonas del cuerpo que puede dañar algunas células sanas. Sin embargo, una nueva investigación asegura que la utilización de nanopartículas inteligentes puede ejercer como un mecanismo de control que otorgue resultados mucho más efectivos. Te lo contamos.

La lucha continúa

Unos dispositivos que pueden autorregular su temperatura

El cáncer acaba cada año con la vida de millones de personas, por eso es tan importante invertir en los profesionales que pueden conseguir esa cura que tanto necesitamos. En este caso hablamos de una investigación realizada por un grupo de científicos de la Universidad de Surrey (Inglaterra) basado en el desarrollo de nanopartículas inteligentes que pueden alcanzar la temperatura suficiente para acabar con las células cancerosas pero que se autorregulan para no dañar el tejido sano. La clave para acabar con las células dañinas sin afectar al tejido normal es actuar en un rango de temperaturas de entre 42 y 45º C, y esto es precisamente lo que quieren conseguir desde la investigación con el desarrollo de unas nanopartículas especiales.

“El uso de nanopartículas podría cambiar la forma de tratar a las personas que tienen cáncer . Si podemos mantener el tratamiento del cáncer a una temperatura lo suficientemente alta como para matar las células, pero lo suficientemente baja como para no afectar el tejido sano, evitará algunos de los efectos secundarios graves del tratamiento vital”, comenta el autor principal del estudio, Ravi Silva. Cabe destacar que este tipo de tratamiento podría utilizarse como parte de la termoterapia hipertérmica para tratar pacientes con todo tipo de cáncer. Unos dispositivos compuestos de ferrita de cromo, monóxido de carbono y zinc que pueden alcanzar una temperatura máxima de 45ºC y autorregularse de forma inmediata para no dañar las células sanas.