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Los italianos no dan crédito: hay un río repleto de oro en Asturias, y dicen que es «el descubrimiento del siglo»

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  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Desde tiempos remotos, el oro ha sido mucho más que un metal precioso, pues se ha convertido en un símbolo universal de poder, riqueza y deseo.

Este elemento ha llamado la atención de civilizaciones enteras, inspirando expediciones, guerras y mitos. Sin embargo, en pleno siglo XXI, cuando muchos creían que las grandes vetas habían quedado en la historia, un pequeño rincón de Asturias se convierte en protagonista inesperado.

El hallazgo ha causado un gran revuelo en Italia, donde medios como Modena Volta Pagina no han dudado en calificarlo como «el descubrimiento del siglo». Y realmente, no es para menos.

Un río repleto de oro que mantiene viva la tradición minera en Asturias

El protagonista es el río Navelgas, que esconde un secreto capaz de sobrevivir al paso de los siglos. Cada año, el pequeño pueblo asturiano se llena de entusiasmo con la celebración del Campeonato Mundial de Bateo de Oro, un evento en el que aficionados y expertos compiten por encontrar el mayor número de partículas doradas en el menor tiempo posible.

Aunque, en realidad, más allá de la competición, lo que sucede en Navelgas es una auténtica fiesta cultural. Las calles se llenan de actividades, talleres y demostraciones que reviven una tradición minera cuyas raíces se hunden en la época romana.

Es curioso pensar en la cantidad de oro que aún se encuentra en el lecho del río, y en cómo esa identidad minera se ha consolidado entre turistas y aventureros

¿Por qué el oro del río Navelgas es un fenómeno geológico único?

El oro que arrastra el Navelgas tiene su origen en las montañas asturianas que lo rodean. Durante miles de años, la erosión natural ha liberado pequeñas partículas que, empujadas por la corriente, se han ido depositando entre la arena y las piedras del fondo.

No es tarea fácil encontrar las partículas de oro. Requiere paciencia, técnica y un ojo entrenado, ya que las diminutas escamas se esconden entre el sedimento.

Los romanos ya conocían el valor de estas tierras y explotaron su riqueza a gran escala, utilizando diversas técnicas de minería hidráulica para extraer el oro de las montañas. Hoy, esa herencia sigue viva en cada batea que se hunde en las aguas frías de Navelgas.

¿De dónde viene el oro?

El oro que hoy encontramos en ríos como el Navelgas no nació en la Tierra, sino que su origen se remonta a explosiones cósmicas: las supernovas.

Cuando estrellas masivas colapsan, las condiciones extremas de temperatura y presión permiten la formación de metales pesados como el oro. Posteriormente, estos materiales viajaron en meteoritos hasta nuestro planeta durante su formación.

Así, el oro quedó atrapado en el núcleo y en la corteza terrestre. Con el paso del tiempo, procesos como la erosión, la actividad volcánica y los terremotos ayudaron a liberar fragmentos que hoy terminan en vetas de roca o arrastrados por los ríos.

Es por eso que cada pequeña pepita encontrada en el fondo de Navelgas viene, en teoría, del espacio.

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