Hallazgo asombroso: el telescopio James Webb detecta misteriosos ‘puntos rojos’ en el universo
Astronautas revelan por primera vez cuál es el desagradable olor del espacio exterior
El telescopio James Webb descubre 44 estrellas individuales y una nueva galaxia distante
Descubren extraños objetos helados en los confines de la Vía Láctea
Adiós al pegamento: científicos descubren una sustancia adhesiva capaz de sostener hasta 10 kilogramos
Científicos detectan la mayor erupción volcánica de la historia del Sistema Solar
Desde que el telescopio espacial James Webb (JWST) comenzó a operar, sus observaciones han cambiado por completo nuestra comprensión del universo. En menos de seis meses, su avanzada tecnología ha revelado una misteriosa población de objetos en el cosmos: diminutos puntos rojos dispersos en el universo primitivo.
Estos cuerpos, bautizados como «pequeños puntos rojos» (LRDs, por sus siglas en inglés), han dejado perplejos a los astrónomos. Nadie sabe con certeza qué son ni por qué tienen ese llamativo tono rojizo.
Todo apunta a que los LRDs están ligados a una fase clave en la evolución cósmica. Su color y su gran presencia en el universo temprano sugieren una posible conexión con el crecimiento de agujeros negros supermasivos. Si esto se confirma, podría cambiar nuestra comprensión sobre cómo se formaron las primeras galaxias y la manera en que el universo se expandió en sus primeros mil millones de años.
Los pequeños puntos rojos y su conexión con los agujeros negros
Un estudio reciente ha recopilado una de las muestras más grandes de estos enigmáticos objetos hasta la fecha. Casi todos los LRDs detectados existieron durante los primeros 1.5 mil millones de años tras el Big Bang.
Lo que ha desconcertado a los expertos es que no se encuentran equivalentes en etapas más recientes del cosmos, lo que sugiere que su aparición fue un fenómeno exclusivo de aquella época.
Las investigaciones apuntan a que muchos de estos puntos albergan agujeros negros en pleno proceso de crecimiento. Esto sugiere que, más que simples galaxias diminutas, podrían ser núcleos galácticos activos en sus primeras etapas.
La materia en su interior parece girar a velocidades extremas alrededor de un agujero negro en formación. De hecho, los gases detectados en su entorno alcanzan velocidades superiores a los 1.600 km/s, un detalle que refuerza aún más esta hipótesis.
Dale Kocevski, astrónomo de Colby College y líder del estudio, ha señalado que estos objetos constituyen una nueva población que el telescopio Webb ha revelado. «No vemos análogos de estos en el universo más cercano, por lo que nunca los habíamos detectado antes», explicó.
Ahora, la prioridad de los científicos es determinar si el brillo de estos puntos rojos proviene principalmente de estrellas o de agujeros negros en plena actividad.
¿Por qué los puntos rojos son un misterio que reescribe la evolución del universo?
Para analizar estos cuerpos celestes, los astrónomos han utilizado datos del telescopio Webb extraídos de varios programas de observación, incluyendo CEERS (Cosmic Evolution Early Release Science), JADES y NGDEEP.
Gracias a estas investigaciones, se ha confirmado que los LRDs surgieron en gran cantidad alrededor de 600 millones de años después del Big Bang. Sin embargo, su presencia no fue permanente.
Aproximadamente 1.500 millones de años después de la gran explosión, estos objetos comenzaron a disminuir de forma abrupta. Su desaparición plantea interrogantes sobre su destino final y el papel que desempeñaron en la evolución del universo.
Los LRDs también presentan una particularidad intrigante: no emiten una cantidad significativa de radiación en rayos X, lo cual es inusual en objetos asociados con agujeros negros en crecimiento. Este detalle sugiere que podrían estar rodeados de densas nubes de gas y polvo que ocultan su emisión de alta energía, un fenómeno que complica su detección y análisis.
Steven Finkelstein, de la Universidad de Texas en Austin y coautor del estudio, sostiene que este hallazgo puede ofrecer pistas sobre una fase oculta en la evolución de los agujeros negros.
«Si el 70% de estos objetos albergan agujeros negros en crecimiento, entonces estamos viendo un período clave de acumulación de masa en el universo temprano», afirmó.
¿Qué ha encontrado el telescopio James Webb hasta ahora?
Además de los enigmáticos pequeños puntos rojos, el telescopio James Webb ha realizado descubrimientos extraordinarios que amplían nuestro conocimiento del cosmos.
Gracias a su capacidad de observar el universo en luz infrarroja, ha logrado detectar objetos que otros telescopios no pueden captar, entre ellos:
- La galaxia más distante jamás observada, formada apenas unos cientos de millones de años después del Big Bang.
- La galaxia «muerta» más antigua conocida, donde la formación estelar cesó de manera prematura.
- El agujero negro supermasivo más distante detectado hasta ahora, que desafía las teorías actuales sobre el crecimiento de estos colosos cósmicos.
- Vapor de agua alrededor de un cometa, lo que ayuda a comprender el papel de estos cuerpos en la distribución del agua en el sistema solar.