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Bombazo en la astronomía: hallan en la Tierra dos meteoritos perdidos que podrían venir de Mercurio

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Cuando hablamos del universo, la imagen de planetas y estrellas lejanas es lo primero que aparece. Pero la realidad es que ya hay partes de esos mundos que están más cerca de lo que creemos. Se estima que cada año caen unos 17.000 meteoritos a la Tierra, aunque la mayoría son tan pequeños y caen en zonas tan remotas (sobre todo océanos) que jamás los vemos.

Pero, este nuevo hallazgo destaca por dos motivos. Por un lado, se trata de fragmentos lo bastante grandes como para haber sido recogidos y estudiados. Por otro, desafía todo lo que sabíamos hasta ahora: si bien la mayoría de los meteoritos provienen del cinturón de asteroides, y unos pocos de la Luna o Marte, Mercurio nunca había aparecido como una opción hasta ahora.

Descubren dos meteoritos que podrían ser fragmentos de Mercurio

Los meteoritos fueron hallados en el desierto del Sáhara: uno en Marruecos y otro en Túnez. Los investigadores los han bautizado como Northwest Africa 15915 (NWA 15915) y Ksar Ghilane 022 (KG 022). Ambos comparten una composición poco habitual: olivino, piroxeno, oldhamita y apenas trazas de plagioclasa. Una mezcla que encaja, con algunas reservas, con lo que se sabe de la superficie de Mercurio.

El estudio, publicado en la revista Icarus, los coloca en un terreno intermedio. No se afirma que provengan de Mercurio, pero se admite que podrían ser una de las mejores analogías que tenemos en la Tierra para entender cómo es su corteza. Esta es una posibilidad que no se descarta, especialmente con la llegada de nuevos datos de la misión BepiColombo, actualmente en camino hacia Mercurio.

El análisis espectral de estas rocas coincide con el patrón previsto para materiales carentes de hierro, similares a los detectados por la sonda MESSENGER de la NASA en el planeta. Ambos meteoritos muestran un perfil mineral que recuerda a los aubritas, una clase de meteoritos muy poco comunes.

Hasta ahora, estos se habían relacionado con cuerpos rocosos del Sistema Solar interior, pero sin un vínculo con Mercurio.

Cómo son los meteoritos que podrían venir de Mercurio

Ambos meteoritos tienen una edad estimada de unos 4.528 millones de años, lo que los sitúa en los primeros compases de formación del Sistema Solar. Curiosamente, esto los haría más antiguos que las regiones más viejas que se conocen en Mercurio, datadas en torno a los 4.000 millones. Si realmente vienen de allí, podrían ser restos de una etapa geológica ya borrada por impactos y actividad volcánica.

Otro punto a tener en cuenta es la casi total ausencia de hierro en sus minerales. Esta característica, lejos de restarles valor, los alinea con las hipótesis sobre la corteza de Mercurio, formada por materiales extremadamente pobres en hierro.

También contienen sulfuros, otro indicio en común con el planeta. Sin embargo, presentan una proporción de plagioclasa mucho menor de la que se espera en la superficie mercuriana, lo que siembra ciertas dudas.

La posibilidad de que se trate de fragmentos de un proto-Mercurio (una versión más antigua y diferente del planeta actual) también se ha puesto sobre la mesa. En cualquier caso, los datos disponibles no permiten una confirmación definitiva, al menos por ahora.

El papel clave de la misión BepiColombo

La misión conjunta de la Agencia Espacial Europea y JAXA, BepiColombo, será clave para resolver esta incógnita. Se espera que en 2027 la nave entre en órbita alrededor de Mercurio y comience a enviar datos de alta resolución sobre su superficie. Con esa información, los científicos podrán comparar directamente la firma espectral y química del planeta con la de los meteoritos hallados en África.

Si finalmente se confirma que NWA 15915 y KG 022 provienen de Mercurio, estaríamos ante un hito científico: las primeras muestras físicas del planeta más inaccesible del Sistema Solar.