La ‘embajadora’ catalana en la UE defiende a los golpistas en una carta llena de faltas de ortografía
La nueva «delegada» de la Generalitat ante la Unión Europea, Meritxell Serret, ha dirigido a distintas autoridades una carta llena de erratas y errores de expresión bastante burdos, en la que defiende a los golpista presos y huidos de la Justicia.
Meritxell Serret fue consellera de Agricultura en el Govern de Carles Puigdemont y, tras la aplicación del artículo 155, se fugó a Bruselas para evitar que el juez Pablo Llarena dictara contra ella una orden de prisión preventiva. Está huida de la Justicia e imputada por los delitos de malversación y sedición.
Y sin embargo, el presidente Quim Torra le ha puesto un sueldo público de 81.539 euros y la ha nombrado delegada de la Generalitat en Bruselas, con un objetivo muy preciso: seguir utilizando ilegalmente dinero público para «internacionalizar el procés» y denigrar la imagen de España en el exterior.
La carta que Meritxell Serret ha enviado ahora a varias autoridades es la constatación del fracaso del modelo de inmersión lingüística. El documento, que necesariamente ha pasado por varias manos de su departamento antes de ser enviado a los destinatarios, está lleno de errores, fruto de una traducción extraordinariamente torpe al español.
Hasta en tres ocasiones, Serret escribe incorrectamente «des de», como dos palabras separadas, en una transcripción casi literal de la misma expresión en catalán. También dice que es partidaria de una «Unión Europea que defensa el bienestar de las personas». En lugar de la forma verbal correcta «defienda», escribe el sustantivo «defensa» vertido directamente desde el catalán.
Lo mismo ocurre en el mismo párrafo, cuando expresa su «compromiso con el complimiento de las políticas y la defensa de los valores de la Unión Europea». De nuevo, es incapaz de escribir correctamente el sustantivo «cumplimiento» y en su lugar pone la expresión inexistente «complimiento», derivada del original catalán compliment.
Por lo demás, su carta recurre al habitual victimismo de los independentistas que se encuentran procesados por vulnerar la Ley y la Constitución. Según afirma, «hoy hay dieciséis políticos catalanes y líderes de asociaciones civiles encarcelados sin haber sido juzgados y viviendo exililados en diferentes países europeos».
Donde dice «exiliados», quiere decir «huidos de la Justicia». En cuanto a los políticos «encarcelados sin haber sido juzgados», su situación responde a lo previsto en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal: la ley permite al juez dictar prisión preventiva por un período máximo de dos años, cuando se den una de las tres circunstancias en un imputado: riesgo de fuga, riesgo de destrucción de pruebas o riesgo de reiteración en el delito.
El anterior ‘embajador’ está imputado
Las tres circunstancias se dan en el caso de Oriol Junqueras y el resto de golpistas encarcelados. La huida de Carles Puigdemont y de la propia Meritxell Serret a Bruselas es la mejor prueba de que existe un riesgo de fuga evidente en el resto de imputados en la causa del 1-O.
Meritxell Serret aprovecha su carta para «reconocer y agradecer la contribución tan positiva para el posicionamiento de Cataluña en la UE que llevó a cabo el anterior Representante Amadeu Altafaj, también cesado el pasado mes de octubre por la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española por parte del Gobierno español».
El ex delegado de la Generalitat en Bruselas Amadeu Altafaj no sólo está cesado en aplicación del artículo 155, además está imputado ante el Juzgado número 13 de Barcelona por un presunto delito de malversación, por gastar dinero público en fines ilegales, como la contratación de supuestos «observadores» internacionales para el referéndum ilegal del 1-O.