El sencillo truco de un profesor para que tu hijo cambie y se ponga a estudiar
El pedagogo Fernando Alberca ha explicado el truco más eficaz para que los niños estudien
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Cuando los niños y adolescentes se enfrentan a los estudios, es común que surjan algunas quejas, que muestren cierta desmotivación y también como no, falta de concentración. Esto provoca el que muchos padres se desesperen al ver cómo sus hijos posponen una y otra vez su responsabilidad frente a los estudios, sin encontrar la manera de motivarlos. A veces, la solución no está en imponer más horas de estudio ni en aumentar la presión, sino en algo mucho más simple: cambiar la mentalidad con la que se afronta el aprendizaje y también, aplicar el truco que ahora os explicamos para que los niños se pongan a estudiar.
El reconocido pedagogo Fernando Alberca ha compartido una estrategia que, a pesar de su sencillez, puede transformar por completo la actitud de un estudiante hacia el estudio. Su método no requiere materiales especiales ni grandes cambios en la rutina diaria; sólo implica modificar la forma en que los niños y jóvenes perciben el esfuerzo académico. Con esta clave, cualquier estudiante puede mejorar su rendimiento y adquirir hábitos de estudio más sólidos. Pero, ¿cómo es posible que algo tan sencillo tenga un impacto tan grande? La respuesta está en la psicología del aprendizaje. La manera en que una persona aborda una tarea influye directamente en su capacidad para realizarla con éxito. Si un estudiante se enfrenta a los libros con pensamientos negativos, su cerebro asumirá que la tarea es demasiado difícil y perderá la motivación incluso antes de empezar. Sin embargo, hay un truco que puede cambiar por completo esta dinámica.
El truco de un profesor para que tu hijo se ponga a estudiar
Fernando Alberca explica que muchos alumnos inician su sesión de estudio con pensamientos derrotistas como: «Esto es imposible de aprender» o «No voy a ser capaz». Estas frases crean una barrera mental que afecta directamente el rendimiento y la concentración. En lugar de asumir una actitud negativa, el experto recomienda que los estudiantes se repitan afirmaciones positivas antes de empezar: «Me lo voy a aprender», «Voy a entender este tema», «Soy capaz de hacerlo».
Este pequeño cambio en el lenguaje interior tiene un efecto poderoso en el cerebro. Al generar una predisposición favorable, el estudiante se enfrenta al estudio con una actitud más abierta y receptiva. Así, el aprendizaje se vuelve menos pesado y la memorización mejora notablemente. Esta estrategia, basada en la psicología cognitiva, es utilizada también por atletas y profesionales de alto rendimiento para mejorar su concentración y superar desafíos.
La persistencia y la motivación personal
Otro aspecto crucial del método de Alberca es la importancia de la motivación personal. Hoy en día, la capacidad de concentración ha disminuido drásticamente. Si en los años 80 las personas podían mantener el foco durante unos 20 minutos, en la actualidad esa cifra ha caído a solo 18 segundos. Con tantas distracciones digitales y un mundo que fomenta la inmediatez, resulta difícil mantener la atención en el estudio.
Para combatir este problema, el pedagogo recomienda que cada estudiante encuentre su propio motivo para estudiar. Puede ser un objetivo personal, como acceder a la universidad que desea, mejorar sus calificaciones o simplemente demostrar que es capaz. También puede ser una motivación externa, como el deseo de hacer sentir orgullosos a sus padres o recompensarse a sí mismo con un descanso tras completar una tarea difícil.
Si un estudiante logra visualizar el propósito detrás de cada esfuerzo, tendrá una razón de peso para persistir. Esto es fundamental, ya que el rendimiento académico no depende solo de la inteligencia, sino en gran parte de la constancia y la disciplina.
La importancia de valorar el esfuerzo
El tercer pilar del método de este profesor es el reconocimiento del esfuerzo como un logro en sí mismo. Muchas veces, los estudiantes se desmotivan porque sólo ven el resultado final: una nota en un examen o una corrección en un trabajo. Sin embargo, el experto señala que el verdadero valor está en el proceso.
Para ilustrarlo, utiliza una metáfora sencilla pero impactante: «No importa lo que hagas, sino quién lo hace. El que hace la cama es quien sale beneficiado, no la cama». Con esto, Alberca quiere decir que cada esfuerzo, por pequeño que sea, contribuye al crecimiento personal del estudiante. Aprender a valorar el proceso ayuda a fortalecer la disciplina y la autoestima, dos elementos clave para el éxito académico.
Estos pequeños cambios que hemos señalado, pueden marcar una gran diferencia en la manera en que los estudiantes perciben el hecho de ponerse a estudiar. Al modificar su mentalidad, la educación deja de ser una carga y se convierte en una oportunidad de crecimiento.
En definitiva, el método propuesto por Fernando Alberca demuestra que, a veces, las soluciones más efectivas son las más sencillas. Cambiar la mentalidad con la que se afronta el aprendizaje puede ser el primer paso para mejorar la actitud de un estudiante y transformar como se enfrentan al momento de estudiar y cono ello, su rendimiento académico.