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¿Se puede comer ajo durante el embarazo? Lo que necesitas saber

¿Puede comerse ajo durante los meses de embarazo? Pros y contras de seguir usando este ingrediente durante el embarazo

Comida rápida ¿Se puede comer durante el embarazo?

¿Cuáles son los mejores alimentos para comer en el embarazo?

El ajo es un alimento muy utilizado en la cocina, ya que aporta un sabor y un aroma característicos a los platos. Además, el ajo tiene numerosas propiedades beneficiosas para la salud, como su efecto antibiótico, antioxidante, antiinflamatorio y circulatorio. Pero, ¿se puede comer ajo durante el embarazo? ¿Qué beneficios y riesgos tiene su consumo para la madre y el bebé? A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre el ajo en el embarazo.

Comer ajo en el embarazo: Todo lo que necesitas saber

Comer ajo en el embarazo es algo más que permitido, por lo que seguro que te alegrará sabiendo que como decimos, se trata de uno de los ingredientes que más gusta utilizar en nuestra cocina. De hecho, tiene varios beneficios para la salud de la madre y el bebé, aunque eso sí, se recomienda  que se consuma con moderación y siguiendo las recomendaciones médicas.

Beneficios de comer ajo en el embarazo

Algunos de estos beneficios son:

Riesgos del ajo en el embarazo

A pesar de sus beneficios, el consumo excesivo o inadecuado de ajo en el embarazo también puede tener algunos riesgos o efectos secundarios. Algunos de estos son:

Cantidad recomendada de ajo en el embarazo

La cantidad recomendada de ajo en el embarazo depende de varios factores, como las características individuales de cada mujer, su estado de salud, sus hábitos alimenticios y las indicaciones de su médico. En general, se considera que el consumo moderado y ocasional de ajo en el embarazo es seguro y beneficioso, siempre que no se presenten contraindicaciones o efectos adversos.

Según algunas fuentes, la dosis recomendada de ajo en el embarazo es de 2 a 4 dientes diarios, lo que equivale a unos 600 a 1200 miligramos de extracto de ajo al día. Esta dosis puede variar según el tipo y la forma de consumo de ajo, ya sea crudo, cocido, en polvo, en cápsulas o en aceite. Se recomienda consultar con un médico antes de tomar cualquier suplemento o producto a base de ajo.