Lactancia

¿Podemos dar el pecho en caso de hipoplasia mamaria?

hipoplasia mamaria
Hablamos de la hipoplasia mamaria y si es posible la lactancia
Blanca Espada

La hipoplasia mamaria , o insuficiencia del tejido glandular designa una malformación más o menos grave de la glándula mamaria en una o ambas mamas. Por este motivo, las mujeres que la sufren y acaban de tener un bebé es posible que tengan dudas con respecto a la lactancia y si existe algún tipo de impedimento para alimentar a sus hijos. Descubramos a continuación si podemos dar el pecho cuando sufrimos de hipoplasia mamaria.

Dar el pecho con hipoplasia mamaria

Las mujeres que sufren de hipoplasia mamaria se caracterizan por tener un tórax pequeño, o incluso ausente (el volumen de los senos es en todo caso demasiado pequeño en comparación con la morfología de la mujer), senos marcadamente asimétricos, de forma tubular, distantes entre sí y los pezones pueden ser bajos y prominente. Cuando existe una ausencia total de mamas en la mujer, cuando la glándula mamaria no se ha desarrollado, entonces hablamos de aplasia mamaria (o agenesia). En cualquier caso, es preferible consultar a un especialista para establecer el diagnóstico de hipoplasia mamaria y no confiar únicamente en el aspecto de las mamas.

¿Cuáles son los signos de la hipoplasia mamaria?

  • Un amplio espacio entre los senos de más de 3,8 cm entre los dos senos
  • Un seno significativamente más grande que el otro
  • Un seno de aspecto tubular (el seno tiene una base estrecha y su volumen es más largo que redondo)
  • Areolas bulbosas que aparecen separadas del seno
  • Ausencia de cambios en los senos (agrandamiento o hinchazón de los senos) durante el embarazo y el posparto, o ambos.

Durante el período posparto, es posible que la mujer que sufre de hipoplasia en los senos no tenga flujo de leche ni congestión. Al dar el pecho, si se combinan varios de estos factores, la cantidad de leche que recibe el bebé, así como las cantidades extraídas en el extractor de leche inmediatamente después de las tomas, se pueden ver afectados.

De este modo, y aunque una mujer no tiene que tener «pechos grandes» para amamantar, sí que debe tener una cantidad suficiente de tejido glandular . Este comenzará a desarrollarse a partir del 4º mes de embarazo bajo el efecto de las hormonas del embarazo (principalmente oxitocina y prolactina). Permitirá que la mama alcance su estado funcional maduro durante la lactancia, con la caída de los niveles de progesterona que desencadena la fase de activación secretora e inicia la secreción de leche

Sin embargo y de acuerdo con estudios previos realizados sobre el tema, no existe un umbral mínimo conocido de tejido glandular necesario para que una mujer produzca suficiente leche, pero sí que puede suceder que la hipoplasia sea responsable de la falta de leche primaria, es decir, de una incapacidad fisiológica de la madre para producir suficiente leche para alimentar a su bebé exclusivamente con el pecho. La mayoría de las mujeres con hipoplasia mamaria aún podrán amamantar a sus bebés, aunque la lactancia materna no sea exclusiva. Sin embargo, en determinadas circunstancias, dependiendo del tipo de hipoplasia en concreto, puede llegar a ser exclusiva. El inicio de la lactancia en ocasiones puede ser laborioso para algunas madres, es importante estar bien rodeada de especialistas en lactancia. En este tipo de casos es necesario un apoyo a medida.

Tratamiento para la lactancia en caso de hipoplasia 

Una vez realizado el diagnóstico de hipoplasia mamaria y comprobada la insuficiencia en la producción de leche, la joven madre puede seguir un tratamiento que ayude a estimular la lactancia (galactogogo). Varios medicamentos y plantas ya han demostrado su eficacia para aumentar la producción de leche. Los medicamentos como la domperidona (Motillium) ayudan a aumentar la prolactina.

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