Jardinería para bebés: Cómo cultivar un huerto con un bebé
A partir de los nueve meses podemos comenzar a cultivar un huerto con nuestro bebé de manera que pueda descubrir todos los beneficios de la jardinería.
¿Tienes un bebé de meses y deseas poder transmitirle tu amor por las plantas y las flores? Quizás pienses que debes esperar a que el bebe camine y corra para poder hacer que descubra todos los beneficios de la jardinería para los niños, pero lo cierto es que desde edad temprana, los pequeños pueden maravillarse con el color de las plantas y disfrutar del pequeño huerto que cultivéis juntos, de modo que veamos ahora sencillas pautas para poder cultivar un huerto con el bebé y todos los beneficios que tiene la jardinería para los bebés.
Jardinería para bebés: Cómo cultivar un huerto con un bebé
Salir al jardín con el bebé, siempre y cuando las temperaturas nos acompañen, es una de las mejores ideas que podemos tener. De la misma manera que llevamos al bebé de paseo, o dejamos que juegue con la arena del parque, podemos hacer lo mismo en el jardín solo que deberemos tomar algunas precauciones para garantizar su seguridad.
Primero de todo será bueno acondicionar una zona del jardín en la que el bebé pueda estar tranquilo mientras observamos cómo juega con la tierra o cómo se distrae mirando las plantas. Será bueno esperar al menos hasta los cuatro meses para comenzar a vivir la experiencia de que el bebé vea el jardín, aunque todavía lo llevemos en brazos, dado que a esta edad es cuando los bebés comienzan a fijarse más en el entorno que les rodea.
Evidentemente, deberemos esperar a que tenga al menos 9 meses para que podamos dejar sentado al bebé en el jardín y que este se aguante sin problema, pero hasta que llegue esa edad, siempre podemos pasear con él en brazos y mostrarle el jardín, las plantas y las flores, de modo que se vaya familiarizando con ese entorno.
A partir de que ya se pueda sentar, le acondicionaremos el espacio antes señalado, procurando además que sea una zona en la que el bebé tenga sombra pero que también pueda darle un poco el sol (no nos olvidemos de la importancia de que reciba vitamina D), aunque sin excedernos. Será bueno sacarle por la mañana antes de las 12, cuando el sol es mucho más fuerte y si el bebé tiene más de seis meses ya podemos ponerle un poco de crema solar para proteger e incluso un poco de repelente para mosquitos, aunque será mejor evitar las horas en las que los mosquitos e insectos en general, suelen estar más activos, que es al final del día.
Creando el huerto junto al bebé
En cuanto el bebé comience a caminar, que puede ser alrededor de los 10-12 meses, ya podemos empezar a pensar en organizar un pequeño huerto para cultivar plantas como por ejemplo verduras, y que de este modo, el bebé aprenda desde bien pequeño la riqueza de cultivar la tierra.
Para ello centrémonos en estas pautas, que nos irán bien para poder cultivar nuestro huerto con el bebé:
- Elige un espacio para el huerto: Puede ser el mismo espacio elegido para que el bebé jugara en el jardín, aunque deberás asegurarte que reciba la luz necesaria para las plantas que vayáis a cultivar. Infórmate bien y una vez encontrado el espacio, será bueno colocar una caja grande o delimitar una parte con unas maderas para designar esa zona como la del huerto que vas a a crear con el bebé, de modo que tu hijo o hija sepa que ese es el huerto que él o ella está cultivando.
- Elige bien las plantas: Ya sean plantas que desees ver crecer por su belleza, o verduras que desees que los bebés aprendan como se cultivan, debes informarte bien si van a crecer en la zona que has elegido o si el clima del lugar en el que vives es el adecuado para esas plantas, de este modo te asegurarás que el bebé vaya a ser testigo de que lo que habéis plantado crece poco a poco.
- Compra las semillas y plántalas junto al bebé: Una vez elegida la zona para crear el huerto y elegidas las plantas, llega el momento de comprar las semillas y cuando las tengamos, tendremos que armarnos con una pequeña pala para que junto al bebé, hagáis un hoyo y plantéis las semillas. Explica al bebé en todo momento qué estáis haciendo y para qué sirve plantar esas semillas y sobre todo, vigila al bebé para que no se meta ninguna semilla en la boca. Estas deben estar siempre en tu mano o en el bolsillo y sólo enseñárselas al bebé en el momento en que vayáis a plantarlas.
- Riega bien la tierra: Esta es una actividad que encantará a los bebés ya que a todos los niños les gusta tirar agua sobre la arena o la tierra. En este caso sin embargo debemos procurar que el bebé debe utilizar una herramienta específica, la regadera, que solo debe echar la cantidad de agua necesaria y regar en los días en los que le indiquemos, aunque para esta acción como para cualquier otra de las que haga el bebé en el huerto, deberá estar siempre acompañado de nosotros.
La jardinería está llena de beneficios para que los niños, incluso siendo bebés, aprendan a amar las plantas desde pequeños, pero además servirá para otras cuestiones de su desarrollo como ser pacientes (dado que deberán esperar para ver todo el proceso de crecimiento de lo que cultivemos), a ser responsables, a trabajar en equipo y sobre todo será un momento de diversión que vamos a poder disfrutar con nuestro bebé.
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