Estudio revela cómo el clima durante el embarazo puede afectar la salud cardiovascular de los hijos
La exposición a alta humedad y temperatura en el embarazo podría influir en los cambios de presión arterial en la infancia
Cómo tomar correctamente la presión arterial para evitar el sobretratamiento de la hipertensión
El clima es un factor ambiental que puede tener efectos a largo plazo en la salud de las personas. Un nuevo estudio de la Universidad de Bristol ha encontrado que los niveles de humedad y temperatura exterior durante el embarazo podrían afectar la presión arterial futura del feto, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
El estudio forma parte del proyecto LongITools, una iniciativa europea que investiga cómo el entorno urbano influye en la salud a lo largo de la vida. El proyecto utiliza datos de cohortes longitudinales de diferentes países para analizar el impacto de factores como la contaminación del aire, el ruido, el espacio verde, el clima y la dieta en el desarrollo y el envejecimiento de los individuos.
El proyecto LongITools
Uno de los objetivos del proyecto es entender cómo las exposiciones ambientales urbanas durante el embarazo y la infancia pueden programar la salud de los hijos, es decir, cómo pueden modificar la expresión de los genes y las funciones de los órganos, afectando así a la susceptibilidad a enfermedades crónicas.
La presión arterial como indicador de salud cardiovascular
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al circular por el cuerpo. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa en dos valores: la presión arterial sistólica, que es la presión máxima cuando el corazón se contrae, y la presión arterial diastólica, que es la presión mínima cuando el corazón se relaja.
La presión arterial normal en adultos es de alrededor de 120/80 mmHg, pero puede variar según la edad, el sexo, la actividad física y otros factores. Una presión arterial alta o hipertensión se define como una presión arterial sistólica igual o superior a 140 mmHg o una presión arterial diastólica igual o superior a 90 mmHg.
La presión arterial alta es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular, la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal. Se estima que la hipertensión causa alrededor de 10 millones de muertes al año en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
La presión arterial no es una medida estática, sino que cambia a lo largo de la vida. La presión arterial tiende a aumentar con la edad, debido al endurecimiento de las arterias y a la pérdida de elasticidad. Sin embargo, la presión arterial también puede estar influenciada por factores genéticos y ambientales que actúan desde el periodo prenatal.
El efecto del clima durante el embarazo en la presión arterial de los hijos
El estudio de la Universidad de Bristol ha examinado la relación entre los niveles de humedad y temperatura exterior durante el embarazo y los cambios en la presión arterial de los hijos desde la infancia hasta la edad adulta temprana. Para ello, ha utilizado datos de más de 7.000 participantes del estudio Children of the 90s, una cohorte longitudinal que sigue la salud de las personas nacidas en Bristol en 1991 y de sus madres.
Los investigadores han medido la presión arterial de los hijos en varias ocasiones entre los 3 y los 24 años, y han estimado la exposición a la humedad y la temperatura durante el embarazo a partir de los registros meteorológicos de la zona. Además, han ajustado los resultados por otros factores que podrían influir en la presión arterial, como el peso al nacer, el índice de masa corporal, el sexo, la etnia, el tabaquismo y la educación.
Los resultados han mostrado que la exposición a la humedad y la temperatura durante el embarazo estaba relacionada con los cambios en la presión arterial de los hijos, especialmente en la infancia. Una mayor humedad durante el embarazo se asoció con un aumento más pronunciado de la presión arterial, tanto sistólica como diastólica, y una mayor temperatura con un aumento más lento, sobre todo de la presión arterial sistólica.
Estos hallazgos sugieren que el clima durante el embarazo podría tener un efecto programador en la salud cardiovascular de los hijos, modificando el desarrollo de los vasos sanguíneos y el sistema nervioso autónomo, que regula la presión arterial. Estos efectos podrían persistir a lo largo de la vida y aumentar el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
Los investigadores han replicado el análisis en otras cuatro cohortes europeas de Finlandia, Francia y los Países Bajos, con más de 9.000 participantes, y han encontrado resultados similares, lo que refuerza la validez de sus conclusiones.
Implicaciones y limitaciones del estudio
El estudio tiene varias implicaciones para la salud pública y la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Por un lado, indica que el clima es un factor ambiental que puede afectar la salud desde el periodo prenatal, y que podría tener un impacto mayor en el futuro debido al cambio climático. Por otro lado, sugiere que la monitorización y el control de la presión arterial desde la infancia podrían ser estrategias útiles para prevenir la hipertensión y sus complicaciones en la edad adulta.
Sin embargo, el estudio también tiene algunas limitaciones que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, los investigadores no han podido medir la exposición individual a la humedad y la temperatura, sino que han utilizado datos promedio de la zona de residencia. Además, no han podido descartar la influencia de otros factores ambientales o genéticos que podrían estar asociados con el clima y la presión arterial. Por último, el estudio no ha evaluado el efecto del clima durante la infancia y la adolescencia, que también podría ser relevante para la salud cardiovascular.