Embarazo

Dieta para después del embarazo por cesárea: cómo recuperarte y cuidar de tu bebé

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Qué comer tras el parto por cesárea
Blanca Espada

Después de dar a luz por cesárea, es normal que te sientas cansada, dolorida y con muchas dudas sobre cómo alimentarte. Una cesárea es una cirugía mayor que requiere de un proceso de recuperación adecuado, tanto para ti como para tu bebé. Por eso, es importante que sigas una dieta equilibrada, variada y saludable que te ayude a cicatrizar las heridas, a reponer la sangre perdida, a producir leche materna de calidad y a evitar el estreñimiento y la inflamación.

A continuación, te vamos a explicar qué comer y qué evitar después de una cesárea, así como algunos consejos prácticos para facilitar tu recuperación. También te vamos a mostrar algunos ejemplos de menús y recetas que puedes preparar fácilmente en casa. Recuerda que una buena alimentación es fundamental para tu salud y la de tu bebé, así que no descuides este aspecto tan importante.

¿Qué comer después de una cesárea?

Después de una cesárea, tu cuerpo necesita una serie de nutrientes esenciales para recuperarse de la intervención y para alimentar a tu bebé si optas por la lactancia materna. Estos nutrientes son:

  • Proteínas: son imprescindibles para la reparación de los tejidos, la formación de anticuerpos y la producción de leche. Las fuentes de proteínas más recomendables son las carnes magras, el pescado, los huevos, los lácteos, las legumbres y los frutos secos.
  • Hierro: es necesario para reponer la hemoglobina y evitar la anemia, una complicación frecuente después de una cesárea. El hierro se encuentra principalmente en las carnes rojas, el hígado, las vísceras, los mariscos, las legumbres, los cereales integrales y las verduras de hoja verde.
  • Vitamina C: es un potente antioxidante que favorece la cicatrización, la absorción del hierro, la síntesis de colágeno y el fortalecimiento del sistema inmunológico. La vitamina C se halla en abundancia en los cítricos, el kiwi, la fresa, el tomate, el pimiento y el brócoli.
  • Fibra: es esencial para prevenir y aliviar el estreñimiento, un problema común después de una cesárea que puede dificultar la evacuación y causar molestias en la zona abdominal. La fibra se encuentra en los cereales integrales, las frutas, las verduras, las legumbres y los frutos secos.
  • Líquidos: son fundamentales para mantener una buena hidratación, favorecer la eliminación de toxinas, evitar la retención de líquidos y facilitar la producción de leche. Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día, así como infusiones, caldos, zumos naturales y leche.

¿Qué evitar después de una cesárea?

Después de una cesárea, hay algunos alimentos y bebidas que es mejor evitar o limitar, ya que pueden interferir con la recuperación, la lactancia o la salud del bebé. Estos son:

  • Grasas saturadas y trans: son perjudiciales para el corazón, el hígado y el colesterol, y pueden dificultar la digestión y la cicatrización. Se encuentran en las carnes grasas, los embutidos, la mantequilla, la nata, los quesos curados, la bollería, la comida rápida y los snacks.
  • Azúcares refinados: son calorías vacías que no aportan ningún nutriente y que pueden provocar picos de glucosa, caries, sobrepeso y diabetes. Se hallan en el azúcar blanco, la miel, los dulces, los refrescos, los zumos industriales y los cereales azucarados.
  • Sal y sodio: son responsables de la hipertensión, la retención de líquidos y la hinchazón, y pueden alterar el equilibrio de electrolitos. Se recomienda reducir el consumo de sal, así como de alimentos salados como los encurtidos, los ahumados, los quesos, los embutidos, las salsas y los precocinados.
  • Cafeína: es un estimulante que puede causar nerviosismo, insomnio, taquicardia, irritabilidad y deshidratación, tanto en la madre como en el bebé. Se aconseja evitar o moderar el consumo de café, té, mate, chocolate, bebidas energéticas y medicamentos que contengan cafeína.
  • Alcohol: es una sustancia tóxica que puede pasar a la leche materna y afectar al desarrollo del bebé, causando problemas de sueño, de alimentación, de comportamiento y de aprendizaje. Se recomienda abstenerse de beber alcohol durante la lactancia, o hacerlo de forma ocasional y moderada, y siempre después de dar el pecho al bebé.
  • Alimentos alergénicos: son aquellos que pueden provocar reacciones alérgicas en el bebé, como urticaria, eccema, diarrea, vómitos, cólicos o dificultad para respirar. Los alimentos más alergénicos son los frutos secos, el huevo, la leche de vaca, el pescado, el marisco, el trigo, la soja y el kiwi.

Ejemplos de menús y recetas para después de una cesárea

Para que te sea más fácil seguir una dieta adecuada después de una cesárea, te proponemos algunos ejemplos de menús que puedes preparar en casa. Recuerda que estos son solo orientativos y que puedes adaptarlos a tus gustos, necesidades y disponibilidad.

Menú 1

  • Desayuno: Un vaso de leche con cereales integrales y una pieza de fruta.
  • Media mañana: Un yogur natural con frutos secos y una infusión.
  • Comida: Ensalada de lechuga, tomate, zanahoria, atún y queso fresco. Pollo al horno con patatas. Una manzana asada.
  • Merienda: Un bocadillo de pan integral con jamón cocido y queso. Un zumo de naranja natural.
  • Cena: Crema de calabacín con picatostes. Tortilla francesa con espinacas. Un plátano.

Menú 2

  • Desayuno: Un vaso de leche con cacao y unas tostadas de pan integral con mermelada. Una pieza de fruta.
  • Media mañana: Un puñado de frutos secos y un zumo de piña natural.
  • Comida: Lentejas estofadas con verduras y arroz. Merluza a la plancha con limón y perejil. Un yogur natural.
  • Merienda: Un batido de fresa y plátano con leche. Unas galletas integrales.
    Cena: Sopa de fideos con pollo. Ensalada de pasta con maíz, atún y huevo duro. Una pera.

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