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Cómo aprovechar las vacaciones para mejorar la relación con tus hijos

Pautas y consejos para aprovechar estas vacaciones de verano para mejorar la relación con los hijos y reestablecer buenas pautas de conducta.

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Pautas para mejorar la relación con los hijos durante estas vacaciones

El verano puede ser toda una oportunidad para disfrutar de los niños, pero en el caso de que existen tiranteces, o incluso una mala relación marcada por peleas o desencuentros, podemos aprovechar este tiempo de descanso para mejorar esa relación. Veamos entonces algunas pautas y consejos sobre cómo aprovechar las vacaciones para mejorar la relación con los hijos.

Cómo aprovechar las vacaciones para mejorar la relación con tus hijos

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Durante el año vivimos apurados e inconscientemente puede que pasemos algo por alto la relación con nuestros hijos y más cuando se producen desencuentros constantes. Por lo tanto, recuperar y/o mejorar la relación con tus hijos y encontrar un buen ambiente familiar durante las vacaciones, fuera o en casa, es algo que podemos hacer ahora. Veamos entonces sugerencias que seguro te van a servir para ese propósito.

  1. No llenes al niño de tareas: Puede que los niños hayan tenido un mal curso y la escuela o el profesor les haya llenado de tareas. A pesar de esto, no debemos obligar a que los niños estén todo el día haciendo deberes ya que es posible que se rebelen. Es mejor que hagan un poco a diario o en determinados días de la semana y preparar planes familiares para de este modo relajarnos y comenzar a mejorar así nuestra relación.
  2. Pasa tiempo en familia: Los niños están viviendo un 2020 igual de duro que el que estamos viviendo nosotros. Podemos hacer que este verano sea tranquilo con planes familiares, sin obligar a los niños a estar haciendo cosas todo el rato o apartarlos de nosotros para llevarlos a un campamento de verano.
  3. No te estreses por la alarma:  Sí no hay nada que hacer específicos, durante las vacaciones sería bueno que los niños puedan despertarse de acuerdo con sus propios biorritmos, desayunar tranquilamente, lavarse y vestirse con su tiempo, que es fisiológicamente más lento que el de los adultos. De este modo evitarás que se enfaden y podréis tener un día más tranquilo, propiciando el diálogo y el entendimiento desde el momento en el que se levantan.
  4. Debes estar disponible para tus hijos: Seamos realistas, es el sueño oculto de muchos padres es pasar sus vacaciones en un complejo vacacional donde los niños estén ocupados mientras mamá y papá se dedican a otra cosa. El deseo de relajarse es legítimo, pero en las vacaciones tienes que estar un poco más disponible a  los niños, que necesitan compartir experiencias y emociones con sus padres, sentirse queridos y aceptados. Piénsalo: ¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos a la playa con un amigo que, tan pronto como llegamos, nos deja de lado y evita estar con nosotros?.
  5. En el restaurante, habla con tus hijos: ¿Con qué frecuencia ves adultos en el restaurante conversando entre ellos sobre cosas «adultas» y niños bostezando o quejándose, excepto cuando se ponen a jugar con el móvil? Puede que no lo creas, pero los niños también quieren participar en tus conversaciones y sentirse parte de la familia. De vez en cuando habla con él sobre cosas que también le interesen.
  6. No te olvides de los buenos modelos: En vacaciones, los padres suelen ser más permisivos y tolerantes con los hijos, sin embargo, la educación y el respeto por los buenos modales no pueden desaparecer en vacaciones: no correr por los pasillos de los hoteles, no gritar en el restaurante, no levantar arena en la play. No debes decir que no, solo comunica con firmeza lo que el niño puede y no puede hacer, sin tener que dar demasiados sermones.
  7. No te agobies si los niños se aburren: Un poco de aburrimiento, de hecho, a veces es bueno. Los niños de hoy no están acostumbrados a aburrirse, porque siempre tienen algo que hacer y si no lo tienen, nos apresuramos a encontrarles algo que hacer. A cambio, el aburrimiento es una oportunidad que no debemos desaprovechar para nuestros hijos, porque les da la oportunidad de reelaborar sus experiencias, agudizar su ingenio para inventar un nuevo juego,y como no impulsar la creatividad.
  8. Vivamos realmente la experiencia de estar con los niños:  No hay nada que ponga más nervioso a un niño que el falso interés de los padres cuando hablan o juegan con él. Al menos ahora que estamos de vacaciones, de vez en cuando dediquemos tiempo para estar a solas con él, sin mirar el móvil y sin mostrar prisa o impaciencia. El niño se dará cuenta si estamos hablando con él pero estamos pensando en otra cosa, si le respondemos pero no lo escuchamos, si jugamos pero realmente no participamos en el juego. Es muy importante para la construcción de la autoestima sentirse interesante a los ojos de los padres No tienes que estar con él todo el día, incluso un poco de tiempo es suficiente, pero por favor, que sea de calidad.
  9. De vuelta de las vacaciones, vuelve a las rutinas de forma gradual. En vacaciones, las horas de sueño y comidas se saltan, pero cuando se acerca el regreso a la escuela, debes dar un período de adaptación para reanudar los «viejos hábitos»: será aconsejable que poco a poco todos los días, el niño se acueste un poco más temprano y se despierte más temprano, que comencemos a hacer comidas nuevamente en horarios establecidos, revisemos nuestra tarea, hojeemos juntos los nuevos libros…. En resumen, el niño debe ser acompañado gradualmente al regreso a la normalidad.

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