Las claves para negociar con los hijos

Las claves para negociar con los hijos
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Mantener una buena convivencia en casa y conseguir que todos los miembros cumplan las normas establecidas son los objetivos que los padres persiguen. Y para lograrlo deberán, entre otras muchas cosas, llegar a acuerdos con sus hijos, para así poder solucionar de la mejor manera posible los distintos conflictos que vayan surgiendo.

Eso sí, para poder negociar y acordar un final favorable para todas las partes es fundamental que los adultos se apoyen en una serie de claves. ¿Quieres conocerlas? Sigue leyendo y las descubrirás:

Escuchar

Sin lugar a dudas, la principal herramienta para poder alcanzar un acuerdo con los hijos y llegar a una negociación clara es saber escuchar. Y es que, en todo proceso de este tipo, hay que manifestar las normas y los deseos propios, pero también hay que oír a la “parte contraria”, para saber porqué ha actuado de una forma concreta o porqué desea solventar el conflicto de un modo determinado.

Sólo dejando constancia de la actitudes de todos se puede llegar a un punto de acuerdo y entendimiento que sea favorable de manera generalizada.

Tranquilidad

Por supuesto, es vital también que los padres mantengan en todo momento una actitud tranquila y serena, no pueden caer en las pataletas, llantos o gritos de los pequeños. Ellos son los adultos y los que deben actuar como tal. Por eso, deben relajarse, mantenerse serenos en todo momento, no “entrar al trapo” en las “provocaciones” de los hijos que pretendan sacarles de quicio y explicar las cosas con calma.

Eso supone, además, que bajo ningún concepto deban caer en voces, en el uso de insultos o en la violencia física. Si usan estas alternativas, el acuerdo y la negociación no serán posibles.

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Mantenerse firme

Ni que decir tiene que, aunque se intente negociar con los hijos para resolver un conflicto y se les escuche, los padres deben mantenerse firmes en la defensa y en el establecimiento de ciertas normas que son imprescindibles en casa. Una cosa es llegar a un acuerdo en aspectos concretos en pro de la convivencia y otra que todo se tenga que debatir. Con esto nos referimos a que los adultos deben dejar claro que hay cuestiones que no están sujetas a debate, como pueden ser el que todos los miembros de la familia tengan que colaborar en casa, que hay unos horarios para irse a la cama, que no se puede estar comiendo y haciendo uso de dispositivos móviles o que hay unas horas para hacer los deberes y estudiar así como otras para jugar.

Alternativas

De la misma manera, cuando se intente llegar a un acuerdo con los hijos para ponerle fin a una situación que resulta incómoda y nada beneficiosa es importante que se les dé varias alternativas al respecto. De esta forma, los pequeños verán que sus padres están dispuestos a colaborar en la resolución del conflicto.

Asimismo hay que destacar que actuar así ayudará a que los niños, desde temprana edad, aprendan a tomar decisiones, a valorar pros y contras y, por supuesto, a acatar las consecuencias que traen consigo las posturas que han decidido llevar a cabo.

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Compromiso

Ni que decir tiene que otra de las herramientas fundamentales que deben usarse en todo proceso de negociación en el seno familiar es el compromiso. Con esto nos referimos al hecho de que las distintas partes implicadas deben dejar constancia de que no sólo están dispuestas a llegar a un acuerdo sino también a cumplir el mismo una vez alcanzado.

Así, tanto adultos como menores, deben mostrar su predisposición al respecto y una buena forma de hacerlo, una vez que se ha encontrado una solución al problema existente, puede ser crear una especie de “contrato” donde se establezcan las medidas que se han decidido adoptar, a lo que se comprometen todos y cada uno, las consecuencias que traerá consigo no cumplir lo estipulado…

De esta manera, basándose en las citadas herramientas, es como se logrará que reine el buen ambiente en el hogar, que todos los miembros de la familia pongan su granito de arena para conseguir armonía y una buena convivencia. Pero no sólo eso, apostando por actuar de esta forma, se está haciendo que los niños, desde temprana edad, aprendan una serie de valores fundamentales para toda la vida:

  • Las cosas se solucionan con diálogo y no con violencia, esta no lleva a ninguna parte.

  • En todo momento, hay que saber escuchar y mostrar empatía hacia los demás.

  • La vida no es un capricho, para conseguir lo deseado hay que esforzarse y poner cada uno de su parte.

  • No siempre se puede tener todo.

  • Es fundamental ser tolerante y respetuoso con el resto de personas.

  • Por el bien común, hay que aceptar y acatar normas así como llegar a acuerdos. El egoísmo no sirve para nada.

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