Antidepresivos en el embarazo, un peligro para el feto

La crisis, problemas personales, situaciones trágicas en el entorno y un sinfín de hechos más pueden llevar a que alguien sufra una depresión y tenga que ser convenientemente tratado. Una situación que también puede ocurrir a las mujeres que están esperando un hijo. No obstante, en este caso deben saber algo muy importante: tomar antidepresivos en el embarazo es un auténtico peligro para el feto.

Sigue leyendo y descubrirás los motivos de esa afirmación.

La investigación

Un grupo de investigadores de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), liderado por Alan Brown, es el que ha venido a estudiar cómo los antidepresivos pueden afectar al feto.

En concreto, se han centrado en estudiar el consumo de las gestantes de lo que se conoce como ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina). Estos, tales como el escitalopram o la paroxetina, son los fármacos más frecuentes que se emplean como antidepresivos y son los que propician que el feto corra serio peligro.

Antidepresivos en el embarazo, un gran peligro

En la publicación científica “JAMA Psychiatry” es donde los investigadores citados han llevado a cabo la presentación de su estudio. Lo han hecho para advertir a las autoridades sanitarias y a las embarazadas del riesgo que suponen los antidepresivos durante los nueve meses de gestación.

En concreto, esa advertencia la han llevado a cabo procediendo a indicar el resultado que han obtenido de sus trabajos: “la ingesta de dichos fármacos durante el embarazo aumenta de manera considerable el riesgo de que el desarrollo del feto se vea seriamente afectado”. Más aún, se han expuesto las siguientes matizaciones:

• Su toma viene a duplicar lo que son las posibilidades de que el bebé desarrolle el conocido como trastorno del espectro autista (TEA).
• Si ese daño en el pequeño es posible es debido a que los medicamentos antidepresivos tienen la capacidad de poder atravesar la placenta y llegar hasta la circulación sanguínea del bebé.

Datos de interés sobre el estudio

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer otros aspectos significativos del mencionado estudio, entre los que destacamos los siguientes:

• En el mismo se analizaron a pequeños de más de 3 años que habían nacido en Finlandia en el periodo comprendido entre los años 1996 y 2010. En concreto, se contó con la participación de casi 850.000 menores.
• Para poder realizar el trabajo mejor se agruparon a los niños en tres grupos: los que sus madres tomaron antidepresivos una vez antes o durante el embarazo; los que sus progenitoras que no ingirieron dichos fármacos, aunque sí tuvieron algún trastorno de tipo mental; y los que sus mamás ni tuvieron problemas de salud mental ni tomaron ISRS.
• Es destacable que quienes han estado al frente del trabajo han expuesto, por otro lado, que, por el contrario, la ingesta de los antidepresivos no se ha podido demostrar que genere problemas motores en el bebé de ningún tipo. De ahí que, en este sentido al menos, las mamás puedan respirar tranquilas.

Otro estudio

Aunque el citado ha sido uno de los estudios recientes más significativos, no podemos olvidar que hay otros que también han girado en torno a las embarazadas y a la depresión, como sería el caso de uno de Monreal. Entre los resultados sorprendentes que han conseguido destacan algunos como estos:

• La depresión puede ser tan mala para el corazón y el embarazo como el fumar o incluso el tomar alcohol.
• Las mujeres que, durante las doce primeras semanas de gestación, que es cuando el feto se desarrolla y se “consolida”, tomen antidepresivos son más propensas a que sus hijos nazcan con algún problema.
• Malformaciones de distinta índole se ha dictaminado que son las principales consecuencias de que las embarazadas hayan tomado los mencionados fármacos contra la depresión.

¿Embarazada y deprimida? ¿Qué hacer?

Es más normal de lo que pensamos que, por distintas circunstancias, las embarazadas, especialmente las primerizas, puedan tener una depresión. Por eso, lo que se debe hacer es ponerse en manos de profesionales médicos para que puedan ayudarle y conseguir superarla, en la medida que sea posible sin medicación.

Entre los síntomas que pueden indicar que la futura mamá se encuentra viviendo esa complicada situación se hallan los siguientes:

• No es capaz de concentrarse.
• Está triste de manera muy habitual.
• No se divierte con nada de lo que antes le apasionaba e intenta aislarse de todo el mundo.
• Tiene cambios muy repentinos de humor y se muestra especialmente irritable e irascible.
• Piensa mucho en la muerte, en la tristeza, en la desolación.
• Cuenta con serios problemas para poder dormir.
• Se siente culpable e inútil por todo.
• Sufre ansiedad.