EL CUADERNO DE PEDRO PAN

Satisfacción por el regreso de la agenda de artes escénicas a Mallorca

La normalidad parece estar regresando y vemos la recuperación de ciclos que habían declinado desde marzo del año 2020

artes escénicas mallorca
Interior del renovado Teatre Principal d'Inca. Teatreprincipalinca.com

Afortunadamente, y con el permiso de futuras olas covídicas, empezamos a dejar atrás las severas restricciones de aforo que hasta no hace mucho han condicionado la programación en los teatros, en especial por limitación  del número de intérpretes en escena, además de los costes de producción que sí precisan para su viabilidad de un aforo determinado, que venía minimizado por la reducción al 50%, primero, y 75% después. Asunto no menos capital  ha sido el regreso progresivo del público a los teatros, con el inconveniente del miedo inicial como secuela de la inseguridad surgida por la pandemia. Hoy aquella pesadilla parece ser agua pasada y el regreso del público es un hecho.

Hoy por lo tanto la normalidad parece estar regresando y vemos con agrado la recuperación de ciclos que habían declinado desde marzo del año 2020.    

Así por ejemplo el 10 de febrero regresaba al Auditórium de Palma el Ciclo de Danza –continuación de la desaparecida Temporada de Ballet-, contando con la presencia del bailaor Eduardo Guerrero, que nos presentó El Faro, y en el lado negativo la necesidad de posponer Carmina Burana, que debía ser interpretado el 3 de febrero por la Orquestra Simfònica Illes Balears y la Coral UIB, debido a que las normas covid vigentes no permiten reunir en estos momentos a doscientas personas (coro y orquesta) sobre el escenario. Pese a ello, la Simfònica sí pudo interpretar el 17 de febrero la Sinfonía 6 de Gustav Mahler, superando la orquesta el centenar de músicos. 

Siguiendo con la música clásica, felicitamos desde aquí el regreso a la normalidad artística del Teatre Principal d’Inca, cerrado durante dos décadas, que además de programar teatro, danza y proyecciones cinematográficas, parece ser que se convierte en sede estable de la Orquestra de Cambra de Mallorca y donde ofrecerá este 2022 su ciclo de conciertos.

También la Temporada de Ópera del Teatre Principal de Palma, que llega a su XXXVI edición, ha conectado con la dinámica previa a la pandemia y si me lo permiten diré que la despedida el 8 de marzo de 2020 de Carmen y el estreno el 27 de febrero de Un ballo in maschera llevan en la práctica el sello de un afortunado regreso a la normalidad: dos producciones, potentes, que llevaban años sin representarse en Palma, en el caso de Verdi un cuarto de siglo.

Y como es necesario no pasarle ni una al discurso de la izquierda, considero desafortunadas las palabras del gerente del Principal en la presentación de Un ballo in machera al referir una serie de casualidades y cito en particular: “Un título, especialmente apropiado por la actualidad informativa que marca precisamente los temas de los que trata esta obra, es decir, la traición política, la corrupción y la censura”. ¿De qué corrupción y de qué censura nos está hablando? Simplemente lo deja en el aire y que haga su trabajo este mensaje subliminal. Un despreciable sectarismo y una muestra más de su chikilicuatre autoridad moral.

No es menos importante que el 1 de marzo regrese al fin el ciclo Pianino en la Cartoixa de Valldemossa, solo que esta vez en lugar de recital de música asistiremos a la representación del montaje teatral Desconcert al Paradís, de Francesc Vernet, coincidiendo con el 222 aniversario del nacimiento de Fréderic Chopin. La otra cara de la moneda sería que el emblemático Teatre Sans no ha podido programar su temporada de otoño-invierno debido a la incomprensible falta de subvenciones por parte del Consell de Mallorca. Esperemos que regrese pronto a la cartelera de artes escénicas, donde sí ya acude con regularidad el Teatre del Mar y esporádicamente la red de teatros públicos de Mallorca.

Last but no least (traducido: por último y no menos importante), el 23 de febrero se estrenaba en el Auditórium de Palma el musical El Guardaespaldas, adaptación de la célebre película de Mick Jackson (1992) interpretada por Kevin Costner y Whitney Houston. Un dato en absoluto menor, puesto que marca el camino para el regreso de los grandes musicales al primer escenario de Mallorca. De la misma manera que ha sido una delicia el reencuentro acústico, también en el Auditórium, con Miguel Ríos el 13 de febrero. 

No hay vocación de ser exhaustivo en estas líneas pero sí plena satisfacción por el regreso –de momento estable- de la agenda de las artes escénicas que ha marcado tendencia el último medio siglo en los escenarios de la isla.

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