La localidad de Santa Eulària des Riu, en Ibiza, con 9.456 euros el metro cuadrado, es la zona más cara de Baleares para comprarse una vivienda. Le siguen los barrios de Portals Nous, en Calvià, con 8.372 euros el metro cuadrado, y Marina Botafoc (7.945 euros/m2), también en Ibiza, que ocupa el tercer puesto, según un análisis de Fotocasa.

Por debajo del umbral de los 8.000 euros por metro cuadrado, en el informe aparecen zonas como Cas Català – Illetes y Palmanova, en el municipio de Calvià, y Dalt Vila y Figueretes-Playa d’en Bossa, en la isla de Ibiza.

En la franja situada por debajo de 6.200 euro/m2 pero superior a los 5.600 euro/m2, se incluyen en esta clasificación de las veinte zonas más caras de Baleares barrios como Can Misses, Sant Agustí- Cala de Bou, en Sant Josep, así como la localidad de Sant Antoni de Portmany.

En este sentido, las islas de Mallorca e Ibiza concentran los barrios más caros en Baleares.

Por otro lado, las zonas que han experimentado un mayor crecimiento de los precios de compraventa a nivel interanual en Baleares son las localidades de Santa Eulària des Riu (+71%) y Sant Antoni de Portmany (+15%), así como los barrios de Porto Cristo en Manacor (+29%) y Son Amonda en Inca (+15%), en el caso de Mallorca.

Barrios más caros a nivel nacional

A nivel nacional, el portal resalta que los diez barrios más caros para comprar una vivienda en España se concentran en tres ciudades, tales como Madrid, Donosti-San Sebastián y Santa Eulària.

La localidad ibicenca registra un precio de venta medio cercano a los 9.500 euro/m2.

«La combinación de dinamismo económico, calidad de vida y atractivo turístico ejerce de foco de atracción para las rentas más altas a nivel nacional e internacional, algo que deriva en una fuerte demanda de potenciales compradores con un alto poder adquisitivo. Esta tendencia de mercado ha ocasionado históricamente la aparición de zonas con precios de compraventa muy elevados, que en ocasiones multiplican por cuatro el valor medio del metro cuadrado a nivel nacional. Se trata de los barrios más caros de España, donde una vivienda puede ya registrar precios alrededor de un millón de euros», ha explicado la portavoz de Fotocasa, María Matos.

Las Islas repiten en enero como la comunidad autónoma con el precio del alquiler más alto

Por otro lado, el precio del alquiler en Baleares ha registrado en enero un precio medio de 18,58 euros por metro cuadrado, lo que supone un aumento mensual del 3,12% y del 11,34% respecto al mismo mes del año anterior, por lo que el archipiélago repite como la comunidad autónoma con el precio del alquiler más caro.

Así se desprende del informe mensual de precios de alquiler de pisos.com publicado este lunes, que apunta que el ascenso mensual registrado en las Islas es el más abultado de España y que Baleares sigue siendo la comunidad autónoma con el precio más alto.

Por otra parte, Palma ha marcado en enero de 2025 un precio medio de 17,96 euros por metro cuadrado, lo que sitúa la ciudad en el cuarto lugar en la lista de las capitales de provincia más caras del país.

Asimismo, la capital balear ha registrado una caída mensual del 0,23%, la segunda más leve de España, mientras que ha crecido un 6,1% en comparación con enero del año anterior.

Baleares fue la autonomía con la mensualidad más cara, por delante de Madrid (18,41 euros/m2). Por otro lado, el piso tipo de alquiler en España tuvo en enero de 2025 un precio medio por metro cuadrado de 12,5 euros. Esta cifra supone un aumento mensual del 2,63% y, en comparativa interanual, del 11,41%.

Según el portal inmobiliario, la subida de las mensualidades de alquiler parece no tener techo, extendiendo la tensión a zonas donde hasta ahora había equilibrio entre oferta y demanda.

En este sentido, el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, señala que «los repuntes van expulsando a los inquilinos que, para ajustar la renta a su presupuesto, buscan en barrios en los que en un primer momento habían descartado vivir, ya sea por falta de ciertos servicios, por no conocerlos o por estar lejos».

A su parecer, este desplazamiento forzado por cuestiones económicas «cambia la configuración de las zonas céntricas, donde el alquiler turístico y temporal se va haciendo fuerte, pero también de las periferias, con alquileres muy por encima de la media histórica y con cada vez más pisos que se alquilan por habitaciones».

Igualmente, considera que «sumar fuerzas y trabajar con el objetivo de crear un parque de alquiler asequible es esencial, pero esas viviendas todavía tardarán en estar disponibles y el problema del alquiler es de carácter urgente».

«Los incentivos fiscales sí que podrían ayudar a destensar los precios, pero deben mantenerse en el tiempo y realmente constituir un beneficio, o nos veremos abocados a la vuelta del mercado negro ante la creciente inseguridad jurídica», concluye Font.