El Mallorca, ante ocho finales

«Hay que mirar hacia adelante porque no queda otra, aquí nadie llora». Son palabras de Javier Aguirre tras el partido de ayer en Getafe que simbolizan el sentir de un equipo que se siente muy perjudicado con los árbitros. «No entendemos la decisión del colegiado», dijo el CEO Alfonso Díaz, que afirmó que «hasta la expulsión era un partido muy controlado». Los servicios jurídicos del club presentarán un recurso la próxima semana para anular la primera tarjeta amarilla que vio el central argentino Franco Russo. También se presentará una protesta a la Liga, pero se es consciente de que va a servir de poco.

El objetivo ahora es conjurarse ante el partido del próximo sábado ante el Atlético de Madrid, en la primera de las ocho finales que le quedan al equipo, que se despierta hoy domingo en descenso directo por segunda jornada consecutiva y a un punto de distancia de la salvación a la espera de lo que hagan el Cádiz en Valencia y el Granada en casa ante el Rayo. En el peor escenario se quedaría a cuatro de la permanencia, pero incluso así aún habría margen para la recuperación.

Lo que está claro es que hay que frenar la sangría de derrotas que está sufriendo el Mallorca. La de ayer en Getafe es la séptima consecutiva. Cero puntos de 24 es una losa demasiado pesada como para soportarla por mucho más tiempo, pero en Son Moix están confiados en que la situación se saque adelante. «Hemos visto una clara mejora del equipo. Hasta el penalty teníamos el partido controlado», afirmó ayer Alfonso Díaz, mientras que Aguirre explicó que «esta semana ha sido muy complicada por las ausencias y las bajas, pero confiamos que la que viene sea diferente».

Ante el Atlético el Mallorca recupera a los sancionados Raíllo y Jaume Costa y es de esperar que también a Valjent, por lo que Javier Aguirre podrá contar con los pesos pesados. Además, parece el mejor momento para recibir a los rojiblancos, que vendrán de haber jugado el martes en Manchester y estarán preparando ya el partido de vuelta ante los de Guardiola que se jugará el miércoles siguiente. Si hay un instante en el que puedan bajar los brazos es precisamente éste.