Jorge Campos, el hombre que no se deja amedrentar por los chantajes de la izquierda

Mientras los hay cuyo único mérito es haber salido de debajo de un puente para ocupar cargos públicos con la extrema izquierda o simplemente crecer a la sombra de un partido político, sin disponer de formación alguna, en la otra orilla de la vida encontramos a personas que tienen la mala costumbre de prepararse a conciencia para afrontar el futuro; creen en el esfuerzo y lo fían todo a una preparación que les ha costado mucho trabajo adquirir.

Jorge Campos Asensi (Palma 1975) es licenciado en Derecho por la UIB y asimismo tiene un máster en gestión ambiental y desarrollo sostenible por la Universidad de Valencia. Ha desarrollado su actividad profesional como asesor jurídico y auditor-analista de riesgos. Como experto en desarrollo sostenible, ocupó cargos públicos en Calvià, siendo Carlos Delgado (PP) alcalde y en el Govern que presidía José Ramón Bauzá.

Como exalumno del colegio La Salle, se posicionó meses atrás del lado de los estudiantes que colgaron la bandera de España en el aula durante el Mundial de Qatar y que fueron demonizados por el propio Govern de Francina Armengol.

La prensa local apesebrada le calificaba ya en el año 2018 como «el líder de la ultraderecha anticatalanista» y no hace tanto el presidente del Parlament, el socialista Vicenç Thomàs, se jactaba de no dejarle hablar en los plenos.

Fundó en 1999 el Círculo Balear, como alternativa ciudadana en defensa de los derechos y libertades frente a la imposición pancatalanista en las Islas y convertido en la diana de múltiples amenazas. Pero Jorge Campos nunca se ha dejado amedrentar por los chantajes de la izquierda, haciéndose oír allí donde era necesario. Hasta que en el año 2018 decidió que la vía correcta era entrar en política, convirtiéndose al poco tiempo en el líder de Vox en Baleares.

Es cierto que han trascendido las diferencias entre él y el candidato de Vox a la alcaldía de Palma, Fulgencio Coll, que en nada van a afectar a las elecciones del próximo 28 de mayo porque ambos han sido ratificados como líderes de sus candidaturas. Y es cierto, asimismo, que va a merecer la pena observar de cerca, cómo van los egos, cuando toque sentarse a negociar con Marga Prohens.

Veremos a una extrema izquierda echando fuego por la boca y señalando a la derecha con aquellos exabruptos que tanto gustan a la corrección política y siempre encontrarán del otro lado a un candidato que no les teme. Toda una garantía en estos tiempos líquidos, de relativismo a granel y de bajeza moral instalada en las instituciones de Baleares los últimos ocho años.