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Los independentistas de Mallorca fulminan su código ético para aferrarse al cargo

En 2020 la ex consellera Catalina Mas fue obligada a dimitir tras la apertura de juicio oral por un caso de presunta corrupción

En el caso de Truyol el actual coordinador de Més, Lluís Apesteguia, deja claro la nueva moralidad: "Todo el apoyo compañera"

La imputada edil independentista de Palma incumple el código ético de su partido al no dimitir

El fiscal pide cuatro años de cárcel para la edil independentista de Palma Neus Truyol por los vertidos

Més código ético
El coordinador de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, con la concejala independentista palmesana, Neus Truyol.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Los independentistas de Mallorca fulminan su código ético para aferrarse al cargo y, como ya ha anunciado la procesada concejala secesionista del Ayuntamiento de Palma, Neus Truyol, seguirá siendo candidata a las municipales de 2023 y se mantendrá en el gobierno municipal hasta el final de la legislatura. Todo ello a pesar de que se le ha abierto un juicio oral en el que la Fiscalía le pide cuatro años de cárcel por el vertido de aguas fecales a la Bahía de Palma durante la pasada legislatura, cuando era presidenta de la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya).

Si hasta ahora el código ético de esta formación precisaba que en los casos de imputación y fijación de juicio se debe renunciar al cargo, el caso de Truyol marca un antes y un después y da barra libre a los políticos de este partido para mantenerse en el puesto hasta que sean condenados, tengan que ingresar en prisión o sean inhabilitados judicialmente.

Hace sólo dos años no era así. En julio de 2020 la consellera electa de esta formación en el Consell de Mallorca, y ex alcaldesa de la localidad mallorquina de Petra, Catalina Mas, presentó su dimisión una vez que se hizo pública la apertura de las diligencias judiciales por su supuesta implicación en un delito de prevaricación, malversación de fondos públicos y tráfico de influencias, abriéndose, como en el caso de Truyol, un juicio oral que aún no se ha celebrado.

Mas tuvo que dimitir, y como también ha hecho Truyol, dijo ser víctima de una persecución política, al haber sido acusada de unos hechos sucedidos cuando era alcaldesa de Petra, habiendo supuestamente permitido que una sanción urbanística abierta a la empresa de la que es socio su esposo prescribiera.

El entonces líder de Més per Mallorca, el también concejal independentista de Palma Antoni Noguera, respaldó públicamente la decisión de Mas agradeciéndole los servicios prestados y todo el trabajo realizado por la formación ecosoberanista y también «por el país».

Dos años después, en el caso de Truyol, la reacción del actual coordinador general, Lluís Apesteguia, deja claro que el listón ético de la formación ha caído por los suelos y en un tuit marcaba la nueva línea moral del partido.

«Neus afrontó los vertidos de Emaya, que todo el mundo conocía y obviaba desde hacía años, de forma impecable: puso el problema sobre la mesa y le buscó soluciones y financiación. Gente como ella es lo que hace falta. Todo el apoyo, compañera!!», afirmaba Apesteguia obviando que Fiscalía y juez no tienen esa opinión de la edil procesada.

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