Dos madres denuncian que el Consell de Mallorca les ha «robado» a sus hijas menores de edad
Aurora acusa al Imas de haberse llevado a su hija del colegio sin previo aviso por sospechar que el progenitor abusó de ella
"El Consell dice que no me devolverá a la hija mientras no presente una denuncia contra el padre de la niña"
Laura denuncia que a pesar de tener la patria potestad lleva casi un año sin poder ver a sus hijas mellizas de siete años
Dos madres muestran su desesperación con el Consell de Mallorca que preside la socialista Cati Cladera por haberles «robado» a sus hijas menores de edad. Son dos casos distintos pero en ambos se acusa al Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (Imas) de actuar ilegalmente para separarlas de sus niñas. El primer caso, que ya fue adelantado por OKDIARIO, se refiere a Laura (nombre ficticio), la madre de unas mellizas que el Consell ha entregado al progenitor a pesar de estar denunciado por supuestos abusos sexuales. El segundo caso se refiere a Aurora (nombre ficticio), una madre que perdió la tutela de su hija tras acudir al Imas a solicitar una ayuda social.
El Imas es el organismo del Consell de Mallorca que tiene las competencias en la protección de menores. Es un organismo sumamente cuestionado desde que estallara hace ya tres años el escándalo de las menores tuteladas abusadas sexualmente.
Fue en el año 2017 cuando Aurora se dirigió al Imas en busca de ayuda social en compañía de su hija y el progenitor de la misma. A partir de este momento el personal del Imas hizo un seguimiento a la menor. Un día la madre no pudo encontrar a su hija cuando fue a buscarla al colegio. Se la había llevado el Imas. «Fue un secuestro», denuncia.
Aurora exige al Consell de Mallorca que le devuelva a su hija que, según denuncia, le fue arrebatada injustamente y por ello ha presentado una denuncia ante la Policía Local de Palma por medio de la Asociación Ardip, una entidad de ayuda a la infancia que preside Antonio Estela.
Aurora denuncia concretamente a personal técnico del Imas al que acusa de haber decidido por su cuenta y sin intervención de la Fiscalía quedarse con su hija alegando una sospecha de haber sido presuntamente abusada sexualmente por el padre de la menor.
Cuenta que el Consell se niega a devolverle a su hija mientras no presente una denuncia contra el progenitor de la misma por los supuestos abusos sexuales. La madre asegura que en ningún caso puede presentar esta denuncia porque nunca ha tenido conocimiento de los supuestos abusos sexuales. Insiste en que su hija nunca le ha comentado nada sobre algún comportamiento inadecuado del padre.
El personal del Imas, sin embargo, afirma que existe la sospecha en base a un supuesto comentario realizado por la niña en el centro de acogida. Amalia ha mantenido diversas entrevistas con los técnicos del Consell sin conseguir hasta el momento recuperar a su hija.
En una de las entrevistas, el personal del Imas le comunicó a la madre que en principio tenían que hacer caso a lo que contaba la menor si bien reconocían que el asunto no estaba nada claro y que lo único que existía era la sospecha de que podían haber existido los abusos. Los técnicos le comunicaron a la madre que había que esperar y que si quería recuperara a su hija lo que tenía que hacer era presentar la denuncia contra el padre.
Aurora insiste en que no puede presentar esta denuncia porque no tiene ningún conocimiento de los abusos y que podría encontrarse con un grave problema si presenta una denuncia falsa.
Aparte de todos esto la madre denuncia que el Consell de Mallorca no ha seguido el procedimiento reglamentario para quitarle a la hija puesto que en ningún momento ha intervenido la Justicia. El padre de la menor no tiene ninguna denuncia judicial por los supuestos abusos. Amalia ahora ya no convive con el padre de la menor . Tiene una situación estable y por ello considera muy injusto que el Consell no le devuelva a su hija.
El caso de Laura (nombre ficticio) se remonta a hace ya casi un año. Durante este tiempo no ha podido ver a sus hijas mellizas. Relata como una técnica del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales decidió separarla de sus hijas para entregarla a su padre, que está denunciado por presuntos abusos sexuales en un procedimiento penal aún no resuelto.
Las hijas mellizas de Laura son dos menores de siete años. Asegura la madre que le fueron arrebatadas en base a un informe de «desamparo y alto riesgo» que falseaba la realidad. Según su testimonio, a sus hijas «se les cambió su vida paradisiaca por un infierno».
Laura tiene la prohibición expresa de poder visitar a sus hijas, contactar con ellas y de hasta relacionarse con cualquier persona dentro del colegio de las niñas. “Como podéis imaginar sufro al no poder abrazar, ni siquiera hablar con mis hijas desde el 4 de mayo”, lamentaba la progenitora en una carta remitida a este medio.
Ahora Laura denuncia que a pesar de tener la patria potestad de sus hijas, éstas han sido empadronadas a sus espaldas en un municipio de Mallorca. Explica que el Ayuntamiento de esta localidad se niega a informarle sobre quién, cómo, cuándo y por qué las ha empadronado: «Desde septiembre de 2021 el Ayuntamiento se niega a emitir informe, sin previa autorización del Imas , sobre el empadronamiento de mis hijas mellizas de siete años , Cristina y Natalia, por ser un tema, dicen, muy complicado y delicado».
Añade que el Ayuntamiento incumple la providencia del Juzgado de Violencia n°1 sobre la Mujer, «donde me ratifican que tengo la Patria Potestad»
Laura afirma que quiere agradecer la colaboración continua de la Fiscalía de Sala Delegada de Violencia contra la Mujer, que está impulsando al Ministerio Fiscal Balear a actuar con Diligencia». Y concluye afirmando lo siguiente: «Soy madre, fuerte y valiente . Lo daré todo por mis hijas cuento con vuestra colaboración».