Concurso de ideas para recuperar el mayor cadáver urbanístico de Palma tras 15 años de abandono
La reforma del edificio de Gesa concluirá a finales de la próxima legislatura en 2031
Costará 96 millones y albergará museos, biblioteca, archivos municipales y un parking

Concurso de ideas para recuperar el mayor cadáver urbanístico de Palma, el edificio de Gesa, tras 15 años de abandono desde su cierre y ahora que ya es propiedad municipal.
Aunque no será de un día para otro y está previsto que su rediseño y apertura al público tras ser rehabilitado de manera integral concluya la próxima legislatura en 2030 o 2031, la mole de cristal de Gesa de 14 alturas, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y que hoy está en situación de semirruindad, tendrá por fin una segunda oportunidad.
Tras estas esperadas obras, Gesa se convertirá en un referente arquitectónico de la preciada fachada marítima de Palma. Para ello, el Ayuntamiento ha aprobado las bases del concurso de ideas para su reforma y rehabilitación en la que se ha contemplado destinar hasta 96 millones de euros para ubicar museos, la biblioteca central de Palma, archivos municipales y un parking, entre otras instalaciones.
Así lo ha detallado el alcalde de Palma, Jaime Martínez, en una rueda de prensa ofrecida este miércoles para presentar algunos de los criterios que tendrán que seguir los concursantes que opten a conseguir el contrato público para reordenar este edificio y sus alrededores.
El primer edil ha indicado que se trata de un proyecto «transformador» que abarcará la parte de la fachada marítima que va desde Avenidas al Palacio de Congresos, que se podría licitar en 2027 y acabarse en 2030 o 2031, si cuenta con «la financiación adecuada».
En estos momentos, la construcción de más de medio siglo de antigüedad obra del arquitecto Josep Ferragut, presenta un evidente estado de deterioro con decenas de cristales rotos, grafitis por todo su contorno.
El primer edil ha indicado que se trata de un proyecto «transformador» que abarcará la parte de la fachada marítima que va desde Avenidas al Palau de Congressos, que se podría licitar en 2027 y acabarse en 2030 o 2031, si cuenta con «la financiación adecuada».
De este modo, ha indicado que el proyecto se ha planteado en diferentes fases y la más importante económicamente será la reforma y rehabilitación del propio edificio de Gesa presupuestada en unos 40 millones de euros, le seguiría el parking subterráneo (21 millones) , los nuevos equipamientos bajo la superficie (16 millones), otros equipamientos en superficie (13 millones), la reordenación de los espacios verdes (cuatro millones) y la conexión soterrada de la calle Joan Alcover con el paseo Marítimo (dos millones de euros).
Por tanto, el Consistorio plantea una actuación sobre un espacio de 30.000 metros cuadrados de la fachada marítima de Palma, en el que se respete la catalogación del edificio de Gesa, con el mantenimiento de la volumetría, accesos y ciertos elementos interiores del artista Lluís Castaldo.
Un túnel para la calle Joan Alcover
En cuanto al túnel de la calle Joan Alcover, ha explicado que el proyecto se deberá de acompañar de un estudio de la movilidad que mejore la circulación de esta zona.
Por lo que se refiere al propio edificio de Gesa y sus edificios adyacentes, el diseño se vertebrará sobre la «coherencia del conjunto, la continuidad del uso del espacio y su flexibilidad futura». Martínez ha incidido en que quiere «darle vida» a este espacio y que no esté cerrado a la ciudadanía.
De este modo, albergará el órgano de gobernanza del distrito de la Innovación y Cultura de la bahía de Palma, la sede del Instituto Municipal de las Artes que servirá para coordinar las actividades culturales de Palma y espacios polivalentes con talleres para artistas.
Igualmente, se emplazará el Centro de Interpretación de la Energía, en el que se hará una exposición de la evolución de la industria energética de Mallorca, de acuerdo con la vinculación histórica que tiene este inmueble. En los sótanos habrá una Oficina de Atención Ciudadana y otras oficinas de la administración local.
Otro de los usos será el de Biblioteca Central de Palma, que incluirá una ludoteca y mediateca. El alcalde ha indicado que tendrá que ser una biblioteca adaptada al siglo XXI, por lo que «la innovación, las nuevas tecnologías y el mundo digital tendrán que estar presentes».
Asimismo, dispondrá de espacios expositivos en los que se almacenarán los fondos locales, de reserva y de la propia biblioteca, que ahora están en la plaza de Cort. También se trasladará allí parte del archivo municipal para suplir la «falta de espacio» de Can Bordils y Avenidas.