Cae en Mallorca una banda criminal rusa acusada de múltiples robos en viviendas de lujo

La Policía Nacional ha detenido a tres hombres de 31, 32 y 33 años como presuntos autores de 26 robos con fuerza en domicilios ubicados en zonas residenciales de Son Rapinya, La Olivera, Can Domenge, Son Armadans, Bonanova y Son Espanyolet (Palma) y Port de Pollença. El grupo de Robos de la Policía Nacional ha conseguido desmantelar este grupo criminal de  carácter itinerante. Según ha confirmado la Policía, los componentes de la banda son de origen ruso y se han estado dedicando a la comisión sistemática de robos con fuerza en domicilios habitados, en los que empleaban para las aperturas de puertas, entre otras técnicas, la del impresioning.

Los tres presuntos autores, que carecen de antecedentes en España, pasaron a disposición judicial y se decretó para ellos prisión provisional. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

Las zonas de actuación de esta banda criminal rusa eran principalmente zonas residenciales y concretamente en urbanizaciones privadas de cierto nivel adquisitivo de Son Rapinya, Son Espanyolet, Can Domenge, La Olivera, Son Armadans y Bonanova, de Palma, así como en Port de Pollença.

Según el relato de los agentes los robos se habrían estado cometiendo desde finales de enero. Los asaltos, han explicado, se habrían producido durante el día, aprovechando la ausencia de los moradores. Así, supuestamente, antes de acceder a los domicilios llamaban a los porteros electrónicos con el fin de asegurarse de que los domicilios se encuentran vacíos.

Alertados por los hechos, el grupo de Robos de la Policía Nacional estableció multitud de dispositivos de vigilancia y consiguió a finales de marzo interceptar a dos miembros del grupo en la zona de Son Rapinya, en disposición de perpetrar un robo y a bordo de un vehículo de alquiler.

Los agentes arrestaron a estos dos individuos y localizaron en el interior del vehículo y oculto en un departamento del aire acondicionado dinero en efectivo, joyas y las herramientas para cometer los robos, como llaves maestras, entre otros efectos, Los tres presuntos autores, que carecen de antecedentes en España, pasaron a disposición judicial y se decretó para ellos prisión provisional, informa la agencia Europa Press.

Técnica del impresioning

Los agentes consiguieron averiguar, además, que un tercer miembro del grupo se había ido a Madrid, por lo que los agentes del grupo de Robos se desplazaron a la capital y tras diversas gestiones consiguieron localizarlo y apresarlo.

A raíz de la investigación se pudieron obtener una serie de indicios y datos que determinarían el ‘modus operandi’ y la actuación llevada a cabo por los miembros del grupo que vinieron a Mallorca en el mes de enero bajo la apariencia de turistas con un claro reparto de tareas entre los mismos.

En el momento de los robos, han detallado, unos ejercerían labores de vigilancia mientras otros perpetrarían el robo con fuerza. Otros, por su parte, alquilaban vehículos con los que conducían y desplazaban al resto de miembros y otros integrantes sacaban los efectos de la isla a la mayor brevedad posible con el fin de evitar ser localizados.

Así, habrían logrado robar dinero en efectivo y gran cantidad de joyas, efectos difícilmente rastreables.

Los integrantes del grupo tienen una elevada movilidad y cambian de ciudad cada pocos días «dándose el relevo» en las diferentes ciudades.

Así, cuando unos abandonan la ciudad de Palma otros vienen en su lugar para continuar con la actividad delictiva, lo que unido a que la mayoría carece de antecedentes policiales dificulta al máximo las investigaciones.

Para la apertura de las puertas utilizaban preferentemente la técnica del ‘impresioning’ y en su caso la del ‘resbalón’, sin producir daños en los accesos. Así habrían conseguido perpetrar hasta 25 robos. En el caso del asalto en el Port de Pollença sí que forzaron la entrada.

La técnica del ‘impresioning’ es muy especializada y permite abrir las puertas de los domicilios aunque hayan sido cerradas con doble vuelta de llave, sin provocar ningún tipo de forzamiento.

Para ellos se emplean llaves maestras y se da la circunstancia de que en ocasiones los autores, al salir, dejaron las puertas cerradas de nuevo con doble vuelta de llave, tal y como las encontraron al llegar.