La Banca March atribuye a la digitalización el cierre de oficinas en los pueblos de Mallorca

La Banca March ha atribuido el cierre de oficinas en los pueblos al «avance imparable de la digitalización, cada vez más demandada por los clientes». La entidad se ha referido al anuncio de que las sucursales de Algaida, Petra, Ses Salines, Son Servera y Santa Margalida dejarán de estar operativas. No obstante, ha señalado que se fusionarán en otras de mayor tamaño.

El banco ha explicado que el proceso de cierre y unificación forma parte de su actual modelo estratégico, «centrado en mejorar el asesoramiento». Estos movimientos responden «a la necesidad de optimizar y a la digitalización». «De esta forma, todo es más ágil y más seguro». Una vez termine este proceso, la entidad ya sólo contará con 63 oficinas en Baleares.

La Banca March ha defendido que el uso de los canales digitales se está acelerando. «Los datos de agosto revelan que más del 52% de los clientes ya están digitalizados». Precisamente, según las datos de la empresa, el 54% de los clientes del banco son digitales activos tanto en web como en la aplicación. Además, en los últimos meses el 55% de los accesos se ha producido a través de la app del móvil.

En línea con el modelo de negocio que la Banca March quiere para sus oficinas, el asesoramiento, han acometido varias reubicaciones en los últimos años. También han resaltado que han remodelado la oficina principal de Palma para «generar espacios de atención al cliente y un centro de banca privada». Así, el director territorial de Baleares, Vicente Jábega, ha subrayado que están construyendo un banco para el siglo XXI. «Es una apuesta por el espacio físico, pero con oficinas especiales para el asesoramiento premium».

Una cooperativa de crédito

En una situación similar se encuentran el resto de bancos que están cerrando sus sucursales en los pueblos. En Mallorca ya hay en torno a una decena de municipios que se han quedado sin oficinas de ninguna entidad bancaria. Por ello, han decidido unir fuerzas para crear una cooperativa de crédito, el embrión de un nuevo banco o caja de ahorros. Dicha entidad operaría en todos los pueblos sin sucursal o con mal servicio bancario que decidan sumarse al proyecto. Aunque por el momento es sólo una idea y se tocarán todas las puertas, los municipios afectados han mostrado interés.

Las cooperativas de crédito, por su definición, son sociedades mercantiles privadas cuya finalidad es atender las necesidades financieras de sus socios. Ejercen las funciones de una entidad bancaria, pero se diferencian de los bancos en su forma de administración y gobierno. En este caso, los socios de la cooperativa de crédito serían los ayuntamientos.  Su finalidad es guardar ahorros y ofrecer préstamos. En este sentido, es exactamente igual que un banco o una caja de ahorros.