turismofobia

7.600 personas exigen a Armengol que no cierre tres chiringuitos de la playa mallorquina de Muro

Armengol chiringuitos
Representantes vecinales y empresariales frente al Consolat de Mar tras hacer efectiva la entrega de firmas.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Más de 7.600 personas exigen a la presidenta socialista del Govern balear, Francina Armengol, que no cierre tres chiringuitos de la playa mallorquina de Muro, que esta pasada temporada turística ya no pudieron trabajar, al denegar Demarcación de Costas la pertinente autorización por el supuesto impacto ambiental que ahora provocaba la ubicación de sus terrazas sobre la arena de esta popular playa, donde siempre han estado.

En concreto, han sido un total de 7.619 firmas las presentadas por la asociación de vecinos de Sa Caseta des Capellans en defensa de los tres restaurantes y 22 casetas de esta playa en el registro de la Conselleria de Presidencia, Función Pública e Igualdad, presidida por la consellera socialista, Mercedes Garrido.

Una entrega que se ha materializado el día antes de que se haga efectivo mañana viernes el traspaso desde el Gobierno central de las competencias en materia de costas y litoral al Govern balear.

Con la presentación de estas miles de firmas, los impulsores de esta iniciativa pretenden «salvar» estos establecimientos del deslinde marcado por la Ley de Costas. El promotor de la misma, Jaume Ballester, ha puesto el acento en el perjuicio económico que está provocando esta decisión a 70 familias de los restaurantes y 22 de las casetas que tendrán que ser desmanteladas.

En concreto, Demarcación de Costas denegó los permisos de ocupación de las terrazas a pie de playa a los tres chiringuitos de les casetes des Capellans en Muro: Can Gavella, Ponderosa Beach y Opa & Oma, y ha fijado un nuevo deslinde que afectaría a 22 casetas instaladas sobre la arena del total de 140 allí existentes. Los afectados exigen que Costas mantenga un deslinde en línea recta a 20 metros de la orilla del mar para así salvar a estos establecimientos de su ruina y condenarlos, finalmente, a su desaparición.

«La Ley de Costas hace años que se promulgó y nunca hubo problemas. No entendemos por qué ahora y no antes. El turismo de calidad es lo que son este tipo de locales», manifestó Ballester quien ha celebrado el anuncio del traspaso de las competencias en materia de Costas a Baleares, que se firmará este viernes por parte de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.

Por su parte, el representante de la Asociación de Vecinos de Sa Caseta dels Capellans, Joan Álvarez, se mostró convencido de que esta transferencia «nos dará la oportunidad de tratar con gente que es más cercana a nosotros y respete los intereses de los ciudadanos de Baleares. A pesar de ello, las decisiones importantes continuarán siendo tomadas en Madrid», lamentó Álvarez.

Por su parte, el responsable del restaurante Can Gavella, Jaume Perelló, ha indicado que espera que estas firmas sirvan para que los representantes políticos se den cuenta de que «la gente de Mallorca quiere seguir manteniendo estos restaurantes»

«Armengol fue clienta nuestra y le tendríamos que recordar lo bien que se lo ha pasado en estos restaurantes. Si quiere seguir pasándoselo igual de bien, esperamos que nos ayude a mantener estas casetas y restaurantes», finalizó Perelló.

El traspaso en materia de costas y litoral de Demarcación de Costas al Govern balear se hará efectiva mañana viernes, en el transcurso de la comisión mixta de Política Territorial.

La recepción de estas competencias ha supuesto un incremento del 10 por ciento en el presupuesto de la Dirección General de Territorio y Paisaje de la Conselleria de Medio Ambiente, hasta 2,1 millones.

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