Caso Álvaro Prieto

El tío de Marta del Castillo denuncia «incompetencia» en el caso Álvaro Prieto: «No han aprendido nada»

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David García de Lomana

La familia de Marta del Castillo, la joven desaparecida en Sevilla en 2009, ha puesto en duda la labor de la Policía durante las 100 horas que Álvaro Prieto permaneció en paradero desconocido tras perder un tren en la estación de Santa Justa de la capital hispalense. «¿Qué clase de búsqueda hicieron?», se ha preguntado Javier Casanueva, tío de Marta, en sus redes sociales.

«Lo de Álvaro Prieto es un caso sangrante, una vez más. Cuatro días de sufrimiento de la familia e incompetencia de los responsables de la Policía Nacional de Sevilla», ha lamentado Casanueva. «Después de lo de mi sobrina Marta, nada se ha aprendido, no habrá dimisiones ni responsabilidades, como siempre», ha apuntado.

Ante la réplica de un internauta, que le pregunta «qué culpa tiene aquí la Policía Nacional de Sevilla», el tío de Marta del Castillo ha publicado un segundo mensaje: «Me refiero a los responsables policiales, no a la Policía. El cuerpo estaba entre dos vagones a 500 metros de la estación de Santa Justa. Hay casos reclutados de un testigo que lo vio por última vez. ¿Qué clase de búsqueda hicieron por la zona?».

Casanueva hace referencia a un testigo que afirmó haber visto a Álvaro sobre las 10:00 horas en el entorno de la zona de talleres de la estación, a la que habría accedido sorteando unas vallas en mal estado, fruto de unas obras, que hacen relativamente fácil el acceso a las vías.

La búsqueda de Álvaro Prieto

El dispositivo de búsqueda de Álvaro Prieto arrancó el sábado, dos días después de su desaparición, con un grupo de voluntarios de Protección Civil y varias ONGs peinando la avenida de Kansas City, donde una cámara grabó al joven abandonando la estación.

El domingo se intensifican los rastreos con una batida en las inmediaciones de Santa Justa que concluye bien entrada la madrugada, a las 4:00 horas, y en la que participan agentes de la Policía Nacional, de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y perros de la unidad canina, adiestrados para este tipo de casos.

El lunes, día en que un cámara de TVE localiza fortuitamente el cuerpo mientras grababa imágenes de recurso desde las afueras de Santa Justa, la Policía iba a reanudar las tareas de búsqueda con una segunda batida en el entorno de las vías. Álvaro Prieto llevaba ya 100 horas desaparecido.

Este martes, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha asegurado que el cadáver de Álvaro era «absolutamente imposible» de localizar dada la situación en la que se encontraba. «Cuando se mueven los trenes, el cuerpo se desprende de uno de los vagones y automáticamente se hace visible», ha afirmado en una entrevista a Canal Sur Radio, dando a entender que el cadáver estuvo cuatro días en el techo del tren y se deslizó entre los dos vagones cuando éste arrancó. Las inmediaciones de la estación también fueron rastreadas por drones en la jornada del domingo.

La autopsia ha concluido este martes que Álvaro Prieto murió electrocutado al tocar el pantógrafo, el brazo articulado que toma energía de la catenaria. Las cámaras de una gasolinera cercana captaron al joven sobre el techo del tren y también recogen el fogonazo mortal. El canterano del Córdoba CF, que pudo recibir una descarga eléctrica de 3.500 voltios, tenía las manos quemadas y carecía de pelo, indicativo del paso de corriente por su cuerpo.

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