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El padre del niño muerto en Linares, un profesor jubilado de 68 años, había acogido ya a 13 menores

El matrimonio tenía en acogida a otra niña, que el martes fue asignada a una nueva familia

La abogada sostiene que no fue un "despiste", sino un "lapsus temporal"

La familia de acogida del niño de 23 meses que murió este martes en Linares (Jaén) tras ovidárselo su padre en el coche había realizado otros 13 acogimientos desde 2017. Desde la Federación Andaluza de Familias de Acogida señalan que la pareja tenía una larga experiencia de menores a su cargo y una trayectoria «intachable». El padre de acogida es un profesor jubilado de 68 años, y la madre, una trabajadora social de 55.

Además del pequeño, el matrimonio tenía a otra niña en acogimiento. Desde el martes se encuentra con otra familia y será la Junta de Andalucía quien decida el futuro de la menor.

«Están destrozados y ahora necesitan mucho cariño y apoyo social de la ciudadanía. Son una familia muy querida en Linares, los vecinos elogian su dedicación y entrega hacia sus dos hijos acogidos, y el marido siempre estaba en el parque jugando con ellos», ha señalado en declaraciones a Efe la presidenta de la Federación Andaluza de Familias de Acogida y Colaboradoras, Charo Morales de Coca, que este miércoles pudo hablar con el matrimonio.

«Todas las familias de acogida estamos desoladas. Estamos convencidos de que ha sido por un fallo humano muy desgraciado», ha apuntado. En la actualidad, casi 3.000 niños necesitan una familia de acogida en Andalucía (17.000 en toda España), según datos de la federación.

La abogada del padre, que fue detenido por un presunto delito de homicidio imprudente, asegura que su cliente sufrió un «lapsus temporal». Ni siquiera puede hablarse de un «despiste», matiza. «Estaba en la total y absoluta creencia de que, como todas las mañanas, había dejado al niño en la guardería», sostuvo este miércoles la letrada, Rocío Garrido, en declaraciones a Europa Press.

Garrido niega que el padre haya incurrido en un delito de homicidio imprudente –penado con entre uno y cuatro años de cárcel–, porque no hubo «actitud temeraria o descuidada», y confía en que el caso se aborde desde un marco «médico-legal» y quede «archivado».

Reconstrucción de los hechos

El investigado se personó este miércoles en comisaría para colaborar en la reconstrucción de los hechos. Dos agentes de la Policía Nacional fueron en coche a la guardería y regresaron a la calle Pintor El Greco, donde el padre aparcó el vehículo y se olvidó al niño dentro antes de subir a casa. La reconstrucción duró unos 15 minutos.

La investigación de la Policía Nacional sigue «total y absolutamente abierta», aunque la hipótesis de mayor peso es un «posible olvido», tal como indicó este miércoles a los medios el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.

Según la información que ha trascendido hasta el momento, el padre llevaba al niño todos los días en su sillita a la guardería, sobre las 9:00 horas, pero el martes no envió un wasap a las monitoras, algo que hacía siempre al llegar al centro para avisar de que se hicieran cargo del pequeño.

Ese día, «no se sabe por qué», sostiene la Policía, cambió de planes y fue en coche, pero no dejó al niño en la guardería, sino que volvió a casa con él. Aparcó y se dirigió a su domicilio, pero se olvidó al menor en el vehículo. La madre fue a recogerlo horas después a la guardería, pero le dijeron que allí no estaba. Al volver a casa y preguntar al padre por el niño, el hombre cayó: seguía en el coche, aparcado en la puerta. Cuando llamaron al 112 eran las 14:55 horas. La madre se encontraba en shock y tuvo que recibir asistencia médica. El vehículo estaba estacionado en una zona transitada, pero los cristales tintados impidieron que los viandantes se percataran de que había un menor dentro.