Andalucía

Desmantelado en Ceuta un campamento de inmigrantes marroquíes que querían llegar a la península como polizones

La Guardia Civil ha desmantelado este lunes en Ceuta un asentamiento en el que habitaban unos 50 inmigrantes ilegales de nacionalidad marroquí que pretendían llegar de forma irregular a la península como polizones, es decir, colándose en barcos que cubren la ruta entre la ciudad autónoma y Algeciras.

Efectivos de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) y unidades de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta han sacado durante la mañana de este lunes de los muelles de levante y poniente del puerto de la ciudad autónoma a «al menos medio centenar» de inmigrantes marroquíes con el objetivo de desmantelar los campamentos improvisados que han montado en sus escolleras con la esperanza de colarse como polizones en alguno de los barcos que cubren la ruta entre Algeciras y la localidad española norteafricana.

El grupo, que ha sido puesto a disposición de la Policía Nacional para que proceda a su filiación y a la apertura de expedientes de expulsión de territorio nacional, forma parte del contingente de «cientos» de súbditos del país vecino que permanece en la ciudad autónoma tras la crisis fronteriza que desató Marruecos el 17 de mayo, cuando entre 10.000 y 12.000 personas accedieron a la ciudad de forma irregular.

Aunque las autoridades calculan que unos 9.000 ya han regresado al país vecino por voluntad propia, la administración local acoge todavía a casi un millar de menores solos en varias naves industriales, un polideportivo y un albergue provisional acondicionados expresamente a tal efecto.

El número de niños y jóvenes que aún deambulan por las calles o se esconden en las escolleras y otros puntos de la periferia de la ciudad se cifra en «cientos», como el de adultos en situación parecida.

Las autoridades marroquíes no aceptan aún la repatriación de sus nacionales mayores de edad que rechazan retornar y tampoco se ha conseguido culminar todavía ninguna reagrupación familiar de niños o adolescentes, ni siquiera en los escasísimos casos en los que los jóvenes querían regresar y sus progenitores, aceptarlos.