Andalucía
"TRABAJAMOS DE NOCHE COMO LOS MURCIÉLAGOS"

Comerciantes de Huelva apagan la luz de sus negocios y trabajan a oscuras por el tarifazo de Sánchez

Cartaya es un municipio de Huelva de unos 20.000 habitantes en el que sus comercios o bien están echando el cierre o bien se están viendo obligados a apagar las luces de sus locales -e incluso los aires acondicionados- para poder hacer frente a la temida factura eléctrica tras el tarifazo de Pedro Sánchez.

El máximo exponente del pueblo en este sentido es Ricardo, un heladero con más de 50 años en la profesión que se ha visto obligado a trabajar por las noches, despedir empleados y atender a sus clientes a oscuras ante la incapacidad de cubrir costes tras el aumento del precio de la luz.

«Esto ha sido gracias a nuestros gobernantes», lamenta Ricardo a OKDIARIO Andalucía. El heladero explica que está «trabajando como los murciélagos», es decir, de noche, para ahorrar costes. Además, se ha visto obligado a despedir a los tres empleados que tenía en la empresa. «Ahora sólo estamos los miembros de la familia trabajando, y esto ha pasado de la noche a la mañana», continúa.

«Esto pasa en Francia y los chalecos amarillos están quemando coches, pero en España hay mucho estómago agradecido»

«Esto pasa en Francia y los chalecos amarillos están quemando coches, pero en España hay mucho estómago agradecido», argumenta Ricardo, que declara personas ‘non gratas’ a Pedro Sánchez y a Irene Montero en su heladería. «Y no porque sean socialistas o porque yo tenga otro color, sino porque no emplean el sentido común», continúa el dueño de la Heladería Ricardo.

Elena, la dueña del restaurante La Factoría de María (Cartaya), también lleva varios años al frente de su negocio y, por primera vez, se ha visto obligada a tener que apagar las luces. «Estamos ahorrando al máximo posible porque esto es de locos», explica la gestora del local, que también apaga las luces e incluso han dejado de encender la tostadora. «La gente está asustada por esta subida de la luz porque no tiene sentido alguno», explica.

«Aquí muchos derechos y muchas cositas, pero obligaciones poquitas»

Ángel, propietario del Restaurante Boga, también en Cartaya, admite tener «miedo» y sentir mucha «incertidumbre» porque la última factura que ha pagado es la correspondiente al mes de junio. «De eso hace ya dos meses y medio, y no sabemos cuánto nos va a llegar en la próxima factura -julio y agosto-«, continúa el dueño del negocio.

«Intentamos encender las luces lo más tarde posible, apagamos neveras y en la cocina intentamos tenerla apagada y esperar a que alguien venga a comer», explica Ángel, que tampoco dejaría entrar a Sánchez en su restaurante: «A Sánchez no le dejaría entrar, y no le diría nada bonito. Ni a Sánchez, ni al otro artista de la cola, ni a la Irene Montero esta… Yo tengo ya 50 años y es una cosa muy extraña lo que está pasando». «Aquí muchos derechos y muchas cositas, pero obligaciones poquitas», concluye el dueño del restaurante.