‘Puchi’: se acabó el Erasmus

‘Puchi’: se acabó el Erasmus

La detención, por fin, del jefe de los golpistas catalanes, pone fin a una anomalía democrática dentro de la Unión Europea y el fin del oprobio continuado contra el juez Llarena, magistrado instructor probo donde los haya.

Una vez que el Parlamento Europeo levantó su inmunidad y que la Justicia Europea, pese al gobierno de Madrid mirando hacia otra parte (mucho más ahora en plena luna de miel con el independentismo), la euroorden de Llarena -el gran triunfador en Cerdeña- se ha ejecutado. Ahora está por ver cómo funciona todo el sistema de garantías. Lo lógico es que sea extraditado a España y juzgado por intentar un golpe a la legalidad y a la democracia española.

Tiene una ventaja para vivir entre barrotes: comparte abogado con narcos, super narcos; hete aquí a un togado condenado por coadyuvar con terroristas etarras en el secuestro de Emiliano Revilla. ¡Echale bemoles! ¿Cómo se comería esto en el mundo libre, limpio y democrático?

Al minuto, se han puesto como auténticos basiliscos los “indepes” y sus socios de la extrema izquierda. Hay que reconocer en los “podemitas” su enorme capacidad para casar lo que se repele: ser comunistas y secesionistas al mismo tiempo. ¡Si Marx y Engels levantaran la cabeza!

Y Lenin, el hombre que odió los vuelos gallináceos en forma de nacionalismos.

Ahí tienen ustedes a los ministros bolivarianos echando pestes por sus boquitas porque la Europa libre ha activado sus mecanismos para poner entre rejas a un delincuente convicto que ha creído se podía reír siempre de la democracia española que le ha permitido cometer tantos desmanes con chulería en grado sumo.

¡Vamos a ver cómo reacciona el señor presidente del Gobierno! Porque interpretaciones a la detención de Cerdeña hay muchas; verdad al respecto solo una. A ver cómo baila el tango con la mano en la espalda del secesionismo puro y duro y con otra poniendo anillo a sus socios de extrema izquierda. Porque él, el gran Sánchez, al día de hoy, tras tres años de contradicciones, inexactitudes, engaños y batuecas, cree que aún puede seguir bailando en el alambre.

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