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Anita Williams nos engañó durante años: sale a la luz su verdadero nombre

Anita Williams ha sido una de las grandes portagonistas de 'Supervivientes'

La joven trabaja en Telecinco y ahora entretiene a los espectadores desde 'Fiesta'

Saltó a la fama a raíz de su participación en 'La isla de las tentaciones'

Sí, nos ha mentido. Durante meses, se ha ganado el afecto de la audiencia gracias a su espontaneidad, su carisma y su resistencia en uno de los concursos más exigentes de la televisión. Anita Williams se ha convertido en una de las protagonistas indiscutibles de la última edición de Supervivientes, llegando a ser la cuarta finalista. Pero ahora, ya de vuelta en España y tras haberse reencontrado con su hijo, ha decidido compartir con el público una verdad que llevaba años guardando en silencio. La mujer a la que conocíamos por un apellido llamativo y glamuroso, en realidad se llama de otro modo.

En su regreso a los platós, Anita acudió a ¡De viernes! para ofrecer una entrevista íntima en la que reveló algo que nadie esperaba: su apellido real no es Williams. Detrás de ese nombre que recuerda a actrices de Hollywood, se esconde uno mucho más común y ligado a sus raíces: Arboleda.

Lejos de obedecer a una estrategia de marketing o a la intención de ocultar su pasado, el apellido Williams surgió de un simple juego entre amigas en la adolescencia. Fue en la época en la que las redes sociales empezaban a formar parte del día a día de millones de jóvenes y cada uno buscaba destacar con un apodo único o llamativo. Anita, por aquel entonces, decidió probar suerte con un apellido extranjero, tras escuchar que una de sus amigas tenía cierto parecido con una celebridad con ese mismo nombre.

Desde entonces, ese alias quedó ligado a su perfil, y con el tiempo se consolidó como su nombre artístico. Anita confesó que llegó un punto en el que ya nadie la llamaba por su verdadero apellido. El personaje se convirtió en parte de su realidad, hasta el punto de que muchos pensaban que se trataba de su nombre legal. Aun así, ella nunca sintió que estuviera engañando a nadie, simplemente construyó una identidad más acorde a cómo quería mostrarse ante el mundo.

La guerra de Anita Williams

Más allá de la confesión sobre su nombre, su intervención en el programa no estuvo exenta de tensiones. En el mismo plató tuvo que hacer frente a un tenso encuentro con Carmen Alcayde, con quien compartió semanas en los Cayos Cochinos. La colaboradora fue directa al plantear sus dudas sobre la sinceridad de la relación que mantuvieron en Honduras, dejando entrever que la afinidad entre ambas estaba más motivada por la presencia de Montoya que por una verdadera amistad.

Anita no dudó en responder. Con serenidad pero sin dejarse pisar, señaló que ya no podía distinguir si Carmen hablaba como compañera o como personaje televisivo. Esta dificultad para identificar la autenticidad en los vínculos fue una de las grandes frustraciones que confesó haber sentido tras su paso por el reality. En su opinión, hay personas que cambian demasiado según el contexto y eso puede herir a quienes, como ella, son más transparentes.

Thiago, su verdadero refugio

Anita Williams con su hijo. (Foto: Gtres)

A pesar de las polémicas, si hay algo que nadie le puede cuestionar a Anita es su papel como madre. Desde su regreso de Honduras, todo su foco ha estado en Thiago, su hijo, a quien estuvo sin ver durante más de tres meses. El reencuentro entre ambos fue uno de los momentos más emotivos de la temporada. En cada intervención, la catalana deja claro que su hijo es el motor de su vida y la persona que le ha enseñado a ser más fuerte de lo que imaginaba.

No hay mayor prioridad para ella que cuidar de ese vínculo. Ha dejado claro que, por encima de sus apariciones públicas o su trayectoria televisiva, su rol como madre es lo más importante.

La ruptura definitiva con Montoya

Uno de los temas más delicados que también tocó durante su paso por Fiesta fue el distanciamiento definitivo con Montoya, su ex pareja y compañero de concurso. Tras la emisión de un comunicado por parte de él, en el que explicaba su retirada del foco mediático por motivos de salud mental, Anita se sintió desconcertada. Según explicó en directo, desde su regreso no ha obtenido ninguna respuesta por parte de él, a pesar de haberle escrito y llamado en varias ocasiones.

Este silencio, según dijo, le está costando asimilarlo. No tanto por el fin de la relación, sino por el modo tan abrupto en que se ha producido. Esperaba un final menos drástico, algo más honesto y con respeto mutuo. Sin embargo, no ha recibido explicaciones ni señales por su parte. Aun así, Anita fue contundente al expresar que lo único que desea para él es que se recupere, que encuentre la ayuda necesaria y que logre salir adelante.

Aunque reconoció que sigue sintiendo amor por él, dejó claro que no está esperando una reconciliación. Su prioridad ahora es ella misma, su estabilidad emocional y su hijo. Es consciente de que los sentimientos no desaparecen de un día para otro, pero también sabe que hay que avanzar. Si el destino ha querido separar sus caminos, ella está dispuesta a aceptarlo, aunque duela.