No, a ti no te voy a votar

No, a ti no te voy a votar

Porque, por mucho que ahora lo niegues tú eres comunista y chavista y en tu partido todos sois comunistas y chavistas. Lo de que eres socialdemócrata –socialista de penuria y violencia callejera, como Allende- es ese rollo que te has inventado para ver si aún eres capaz de engañar a más pardillos, pero no lo eres; ni tampoco patriota. Tu ideología comunista es la responsable de millones de muertes, es dictatorial y liberticida, y tú, si fuera posible, aún la has pervertido más, dándole ese giro chavista populista con el que pones de tu parte a los más resentidos y a los menos listos, mintiéndoles. No Pablo, a ti no te voy a votar.

Ni a ti tampoco. Porque eres el heredero del peor presidente que hemos sufrido en nuestra historia reciente, ese Zapatero al que Arturo Pérez-Reverte definió como “gobernante patético, de asombrosa indigencia cultural, incompetente, traidor y embustero hasta el último minuto”. Porque perteneces al partido de la corrupción que está inhabilitado para gobernar por los EREs y los Cursos de Formación, que tiene imputados a dos de vuestros expresidentes. Corrupción que viene de antiguo, desde los GAL a los Fondos Reservados, pasando por Filesa y un interminable etcétera. Y también porque has demostrado que tienes menos luces que un Seat Panda, que eres pura pose, fachada y sonrisa Profidén, pero nula capacidad. No Pedro, a ti no te voy a votar.

Ni tampoco a ti. Aunque me caes bien y creo que tu partido resulta imprescindible en Cataluña. Pero pienso que la expansión al resto de España la has hecho fatal. Has recogido desechos y tránsfugas de todos los colores, lo que nadie quería. Nos has propuesto un programa electoral socialista, maquillado de liberalismo. Y has demostrado menos reparos para consentir a los corruptos vestidos de rojo que a los vestidos de azul. Y porque no tolero que me mientan. Porque a mí no se me olvida cuando, a falta de 48 horas para las elecciones del pasado 20 de diciembre, te comprometiste públicamente a que, si tú no ganabas las elecciones, te abstendrías en la investidura del próximo presidente del Ejecutivo y facilitarías que gobernase la lista más votada. Y que, en ningún caso, votarías SÍ a la investidura de otro Presidente que no fueras tú mismo. Mentiste. No Albert, a ti no te voy a votar.

Pero a ti tampoco. Porque también me has mentido. Me prometiste que no ibas a subir los impuestos y a los pocos días estabas metiéndonos a todos los españoles el mayor puyazo fiscal de nuestra historia. Porque te presentaste a las elecciones de 2011 con un programa electoral que no has cumplido en aspectos que justificas por la herencia recibida y la presión de Bruselas y en otros muchos para los que ni siquiera intentaste darnos una justificación. Porque prometiste que ibas a recortar gastos burocráticos y, en vez de hacerlo, nos dejaste la mayor deuda pública de nuestra historia. Porque, aunque has legislado contra la corrupción, has sido blando y has mirado para otro lado cuando te ha salpicado a ti. Y, sobre todo, porque cuando sabes que eres un estorbo para tu partido, no has tenido la grandeza de dar un paso atrás y has antepuesto tus intereses personales. No Mariano, a ti no te voy a votar.

Por eso, votaré en blanco otra vez, con la esperanza de que, para unas terceras elecciones, no os volváis a presentar ninguno de vosotros cuatro. Eso, para mí, es ser patriota.

Lo último en Opinión

Últimas noticias