Kerbala recibe a los devotos chiíes para la fiesta del Ashura

ashura
Fieles devotos chiíes se flagelan en las calles de Kerbala durante la celebración de la Ashura. (Foto: AFP)
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

La ciudad iraquí de Kerbala se convierte hoy en el epicentro del mundo chií. Miles de fieles devotos llegan a la ciudad santa en la que reposan los restos del imán Husein, nieto de Mahoma, para conmemorar el martirio que vivió tras la batalla de Kerbala en el año 680.

Muchos chiítas viajan desde países vecinos como Líbano y desde el sudeste asiático, para participar en las procesiones, algunas de las cuales incluyen flagelaciones.

La fiesta chiíta de la Ashura, celebrada en el mes islámico de Muharram, conmemora el martirio del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, muerto en la batalla de Kerbala en Irak en el año 680.

Los fieles se reúnen ante la cúpula dorada donde descansa el imán en Kerbala y agitan los pañuelos en señal de duelo. Algunos fieles se flagelan al ritmo de los tambores con cadenas o con cuchillos, manchando de sangre sus vestimentas blancas, símbolo del luto.

La fiesta ha quedado marcada por los ataques en años anteriores por lo que las autoridades iraquíes han desplegado miles de efectivos en todo el país.

«Nuestras fuerzas han establecido un plan de seguridad con más de 20.000 miembros de las fuerzas de seguridad», dijo en una conferencia de prensa el viernes en Kerbala Qais Jalaf Rahima, un comandante del ejército.

Esta fecha, la fiesta más triste para los chiítas, ha adquirido un carácter político y algunos aprovechan para expresar su hastío hacia la clase política.

«Recordar al imán Husein nos da la fuerza para luchar contra la corrupción y contra los responsables que están en el gobierno», contó Kadhem Husein, de 52 años, que viaja todos los años a Kerbala para la Ashura.

¿Qué diferencia a chiítas y sunitas?

La fecha en la que se celebra la Ashura es sólo importante, y mucho, para una de las dos grandes ramas del Islám: la chiíta. Del total de musulmanes que hay en el mundo, sólo el 13% pertenece a esta rama y se localizan principalmente en países como Irán, Azerbaiyán, Bahréin, Irak o Líbano. La otra rama, la sunita, completa el 87% de los musulmanes a nivel mundial y se localiza en un gran número de estados: Arabia Saudita, Afganistán, Pakistán, Jordania, Kuwait, Yemen, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Túnez, Catar, Libia, Turquía, Siria.

La escisión del Islam en estas dos ramas, o interpretaciones, se inició tras la muerte del profeta Mahoma, en el año 632 después de Cristo, cuando sus seguidores empezaron a cuestionarse quién sería su sucesor en el Gobierno del califato islámico. Algunos argumentaban que el poder debía designarse por gracia divina y que un parentesco familiar con Mahoma era más que una señal para elegir al futuro líder. En ese sentido, ese pequeño grupo (‘Shi’atu Ali’, en árabe, o ‘partidarios de Alí’) creía que el mejor postor para el califato era Alí, primo y yerno de Mahoma.

Otros expresaron su desacuerdo con el privilegio exclusivo de los sucesores de sangre del Profeta. Según ellos, la cabeza del Califato debía ser elegido por la mayoría de los miembros de la comunidad musulmana. Esta posición fue explicada con extractos de la Sunna, un libro que contiene las palabras del Profeta y sus seguidores. Por esta apelación a la Sunna, el bando fue nombrado «sunitas».

La doctrina del Imamato es una característica clave del chiísmo y el principal desacuerdo con el sunismo. Así, los chiítas creen que los imames, líderes espirituales, son infalibles en todos los asuntos, actos, principios y creencias y que son los intermediarios entre el pueblo y Dios. Los chiítas esperan la llegada del duodécimo Imam que se convertirá en líder musulmán, el Mesías, capaz de instalar el Reino de Dios en esta tierra pecaminosa.

Para los sunitas esta concepción es ajena, ya que sostienen el concepto de adoración directa de Alá, sin intermediarios. El imam, desde su punto de vista, es una figura religiosa ordinaria. La importancia que los chiítas conceden al papel de los imames y Ali y pondría en duda el lugar del propio Profeta Mahoma. Por ello los sunitas creen que los chiítas se permitieron introducir en el islam innovaciones «indebidas».

Lo último en Internacional

Últimas noticias