El suicida con bomba era un sirio en tratamiento a quien se le había prohibido el acceso al festival

La bomba que ha explotado en la noche del domingo en Alemania en la pequeña localidad de Ansbach -40.000 habitantes- tenía como objetivo provocar una masacre de enormes dimensiones. En esta localidad se celebraba un festival de música en el que había 2.500 personas y ese era el objetivo del terrorista que murió antes de poder culminar su plan macabro.

Se ha confirmado que la bomba estaba en una mochila que llevaba el terrorista y que ha sido el único fallecido en este suceso. Se trataba de un terrorista suicida, hasta el momento no se ha podido determinar si contaba con asistencia para llevar a cabo sus planes. La explosión tuvo lugar junto a un negocio cercano, un bar de vinos llamado Eugene Weinstube, en el centro de la localidad.

El causante del incidente era un ciudadano sirio que pretendía acudir al festival y se le había prohibido el acceso. Se trataba de una persona de 27 años que llevaba dos años en Alemania y a quien ya se le había denegado el asilo en dicho país. En el pasado había estado en tratamiento psiquiátrico.

Diez personas resultaron heridas tras la explosión, tres de ellas de gravedad. Pero el balance pudo haber sido mucho peor de haber alcanzado el objetivo en el festival de música. Según algunas informaciones, las autoridades habían recibido algún tipo de aviso antes de que se produjese la explosión, que sucedió a las 22:12 horas de la noche.

El despliegue policial fue de grandes dimensiones e inmediato, incluyendo un helicóptero, lo que pronto indicó que la explosión no era debida a un escape de gas como apuntaban las primeras comunicaciones. Fue la alcaldesa de Ansbach, Carda Seidel quien primero confirmó que se trataba de una explosión intencionada producto de una bomba.