El PNV dispuesto a apoyar a Rajoy tras el 25-S

El PNV dispuesto a apoyar a Rajoy tras el 25-S
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El PP asume como «extremadamente complicado» que la votación del 2 de septiembre resulte exitosa y que Rajoy salga ese día del Congreso como presidente investido.

En ese caso, el contador para unas nuevas elecciones echará a andar hacia el 25 de diciembre, fecha de celebración de unas terceras elecciones.  Pero hasta entonces, hay plazos que los populares quieren exprimir.

Según la ley, los candidatos pueden emplear el tiempo hasta la disolución de las Cortes, el 2 de noviembre, para cerrar un acuerdo que presentarle al Rey. Felipe VI designaría en ese caso al candidato- nada evita que sea el mismo que lo intentó la vez primera- y se fijaría una nueva fecha para la votación en el Congreso. 

En la dirección de Génova se maneja con alta probabilidad una nueva intentona después de las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco, el 25 de septiembre, contando con que entonces sería factible contar con el apoyo del PNV.

Los nacionalistas mantienen actualmente su rechazo a la investidura de Rajoy en base a la política en contra del autogobierno practicada por los populares en la última legislatura. De hecho, insisten a Sánchez en que la pelota está en su tejado para explorar una mayoría alternativa al líder del PP.

Sin embargo, fuentes nacionalistas asumen en privado que el apoyo a Rajoy vendría muy condicionado por los resultados de las elecciones vascas. El PP podría resultar clave para que su candidato, Íñigo Urkullu, revalide como lehendakari.

Las encuestas avanzan un escenario complicado en el País Vasco, por el avance electoral de Podemos. Los nacionalistas ganarían las elecciones pero lejos de los 38 escaños en que se sitúa la mayoría absoluta- 27 diputados, según el sondeo de EiTB- y además con el riesgo de verse superados por una alianza entre Bildu y Podemos.  El PNV podría contar así con el apoyo de los populares -8 escaños, según el mismo sondeo- para facilitar su reedición al frente de Ajuria Enea.  

En C’s creen que el PP busca una nueva investidura tras el 25-S

La intención de los populares es que el acuerdo que esta semana cerrarán con Ciudadanos -y con el que pretenden lograr el ‘sí’ de sus 32 diputados- no tenga fecha de caducidad, lo que les permitiría explorar nuevas vías tras el 2 de septiembre.

La cuestión, en ese caso, sería cómo hacer digerible para los de Rivera un acercamiento al PNV. En Ciudadanos dan por hecho que el PP maneja con fuerza esta posibilidad. De hecho, fuentes de la dirección desconfiaban hasta minutos antes del encuentro entre Rivera y Rajoy-el pasado jueves- de que el candidato del PP pusiese fecha inmediata a la investidura, en vista a su deseo de estirarla más allá del 25-S.

El programa de Ciudadanos recoge propuestas que entran en un conflicto evidente con conquistas irrenunciables para el PNV,  como los privilegios forales vascos-el partido insiste en su supresión y en la incorporación de País Vasco y Navarra al régimen común- por lo que, a día de hoy, no aceptarán ningún acuerdo que implique «cesiones» a la agenda vasca que reclaman los nacionalistas. 

Presión extrema sobre el PSOE

Si Rajoy consigue ganarse finalmente el ‘sí’ del PNV, precisaría de un apoyo más, que podría venir del lado socialista (por ejemplo, el diputado de Nueva Canaria, Pedro Quevedo), para salir investido en primera votación o de cinco abstenciones para sacar una mayoría simple en la segunda.

En cualquier caso, si el PP logra sumar los votos del PNV es indudable que la presión sobre el PSOE para una abstención sería extrema. 

Los socialistas temen que un acuerdo ahora pueda comprometer sus aspiraciones electorales en dos territorios de alta complejidad, en los que pelean contra el auge de Podemos.

En Galicia, la distancia entre ambos partidos es mínima-según la última encuesta, de Sondaxe, el PSOE superaría en solo tres escaños a En Marea- y  en el País Vasco, los de Iglesias les aventajarían claramente, con un margen de hasta seis escaños.

Pasadas esas elecciones, el PSOE arreciaría no solo la presión externa para que Sánchez se abriese a la abstención de sus diputados. También, no cabe duda, aumentarían las voces internas que desde hace semanas reclaman al líder socialista una reflexión sobre el voto en la investidura.

«Paso a paso»

Aunque con la vista puesta en una «tercera votación», los populares irán «paso a paso». Por ello, lo inmediato siguen siendo las apelaciones al PSOE para que, al menos, se abstenga en la segunda votación del 2 de septiembre.

«No son tiempos de teatrillos», dijo el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, el pasado viernes, tras la firma del acuerdo con Ciudadanos.

En ello coincide Ciudadanos, que trata de presionar al PSOE poniendo sobre la mesa del acuerdo con el PP muchas de las propuestas que incorporó a su pacto con Sánchez, el pasado febrero.

“No hay dos bloques irreconciliables, hay un bloque constitucionalista”, insistió también el viernes el portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, que reprochó a los partidos que estuviesen pensando en unas terceras elecciones. «Es irresponsable», añadió.

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