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Estas piscinas naturales están en un paraje lunar con formaciones geológicas únicas

Estas piscinas naturales están en un paraje lunar con formaciones geológicas únicas
Pamukkale.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, Turquía se ha convertido en uno de los países más visitados del mundo, y uno de sus principales atractivos es Pamukkale, que significa literalmente «castillo de algodón» en turco. No obstante, la blancura que se observa no proviene ni de la nieve ni de la sal, sino de las formaciones de piedra. Cuando el agua fluye sobre las rocas, deja un residuo de calcio que, al solidificarse, crea piscinas y terrazas blancas a lo largo de la ladera.

Puedes caminar descalzo sobre las terrazas para disfrutar de una experiencia increíble durante tus vacaciones. Si decides visitar este lugar, espera hasta el atardecer. La puesta del sol en Pamukkale te dejará sin aliento, y la imagen se quedará para siempre grabada en tu memoria.

Paraíso termal en Turquía

La zona de Pamukkale, junto con Capadocia, destaca como una de las principales atracciones turísticas de Anatolia. Esta maravilla natural, resultado tanto de procesos geológicos como de la intervención humana, atrae a millones de visitantes cada año.  Ubicada en la provincia de Denizli, en el valle del río Menderes, Pamukkale se encuentra a más de 600 kilómetros de Estambul y a unos 475 kilómetros de Ankara, la capital de Turquía.

Los travertinos son formaciones geológicas en cascada que se han creado por la acumulación de bicarbonato y calcio disueltos en las aguas termales de la región. Estas piscinas naturales de color blanco y aguas verde esmeralda son un espectáculo para todos los sentidos.

Situada sobre Pamukkale se encuentra la antigua ciudad de Hierápolis, que en la antigüedad clásica era famosa por sus aguas termales medicinales. La ciudad, fundada por los griegos y posteriormente desarrollada por los romanos, alberga importantes sitios arqueológicos como el Templo de Apolo, el anfiteatro y los baños romanos.

Las piscinas naturales de Pamukkale, conocidas como el «castillo de algodón», son uno de los principales lugares de interés. A lo largo de los siglos, se han comparado con algodones y nubes debido a su apariencia blanca y esponjosa. La mayoría de los visitantes disfrutan de las piscinas artificiales creadas para preservar el sitio, donde es obligatorio caminar descalzos para proteger las formaciones geológicas.

 

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Las aguas de Pamukkale transportan una gran cantidad de minerales, especialmente caliza de creta y bicarbonato de calcio, que con el transcurso del tiempo se han ido depositando para formar estas impresionantes estructuras de piedra caliza y travertino. Este proceso ocurre gradualmente a medida que el agua fluye desde la parte alta de la colina, distribuyendo los minerales capa por capa y creando cascadas en forma de terrazas a lo largo de la ladera, incluso con la presencia de estalactitas entre ellas.

Éste impresionante espectáculo se convirtió en un poderoso imán turístico durante las últimas décadas del siglo XX, pero esto tuvo un alto coste. Se construyeron hoteles en la zona alta, se utilizaron las aguas termales para llenar piscinas, se construyó una carretera asfaltada, se vertieron aguas residuales y se permitió la pisada sin restricciones sobre el travertino. Estas acciones desafortunadas casi llevaron a Pamukkale a su ruina total.

La UNESCO intervino y advirtió sobre su destrucción inminente. Como resultado, se demolieron los hoteles, se cubrió la carretera con piscinas artificiales y se implementaron medidas de conservación. Gracias a estas acciones, Pamukkale, junto con el cercano yacimiento romano de Hierápolis, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1988.

Ruinas de Hierápolis

Hierápolis, conocida en griego como la «ciudad sagrada», es un testimonio imponente de la antigua ciudad grecorromana destinada a ser un centro de balnearios. En la actualidad, es uno de los grandes yacimientos de Anatolia, junto a la atracción de las piscinas de algodón, convirtiendo el lugar en un punto de gran interés. Entre los puntos más destacados se encuentran:

  • El Camino blanco y las piscinas de algodón, un sendero excavado en la roca que permite acceder a Hierápolis desde Pamukkale, ofrecen un paseo único entre las piscinas naturales de travertino blanco.
  • Además, el Museo de los baños romanos, que alberga una colección de tumbas, estatuas y utensilios encontrados en el yacimiento, se sitúa cerca de las ruinas del teatro.
  • El Decumano, que es la calle principal de Hierápolis, donde se encuentran los edificios más importantes de la ciudad, conduce a lugares como el Templo de Apolo, construido en el siglo II d.C. y dedicado a Apolo Lairbenos.
  • El Teatro, construido en el siglo II d.C. con capacidad para 15.000 espectadores, es otro punto de interés. Justo al lado se encuentran la Puerta Bizantina y la Puerta de Domiciano.
  • Además, las Termas, baños romanos convertidos en iglesia en el siglo V d.C., ofrecen una mirada única a la historia de la ciudad.
  • La Necrópolis norte, una zona con tumbas y sarcófagos monumentales, es otro sitio importante para conocer.

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