‘Los años nuevos’: perfecta radiografía de una pareja en 10 capítulos
Crítica de Los años nuevos, la nueva miniserie de Movistar Plus que resulta ser la perfecta radiografía de una pareja en 10 capítulos. Rodrigo Sorogoyen (As Bestas, Antidisturbios) es el creador, junto a Sara Cano y Paula Fabra, de este este análisis casi quirúrgico, no solo de las relaciones amorosas sino también del paso del tiempo y de una generación a la que le prometieron un futuro que nunca llega. La ficción es un ejercicio de dirección de actores que debería estudiarse en cualquier escuela de audiovisuales. Iria del Río y Francesco Carril, los protagonistas, logran el milagro de hacer fácil lo difícil. Los años nuevos es un testamento audiovisual tan potente y con tantísima verdad que incluso llega a incomodar. Una maravilla que obliga al espectador a ver la vida de dos seres comunes como si estuviera ahí con ellos, espiando su intimidad más recóndita. ¿Estamos ante la serie del 2024? No, pero estaría en cualquier lista de lo mejor del año.
Trama y datos de producción
La historia es la siguiente: Ana cumple 30 años el día de Año Nuevo con la vida aún por resolver: vive en un piso compartido, no le gusta su trabajo, cambia a menudo de amigos… Óscar cumple 30 años el día de Nochevieja con la vida casi resuelta: médico vocacional, amigos fieles, y una relación que va y viene. La noche en la que los dos cumplen los 30 se conocen, se enamoran, y comienzan una relación cuyas idas y venidas se alargarán diez años.
Iria del Río y Francesco Carril protagonizan esta serie creada por Rodrigo Sorogoyen, Sara Cano y Paula Fabra.
Los años nuevos se estrenará en Movistar Plus+ dividida en sus dos partes:
- Parte 1 (episodios 1 al 5): jueves 28 de noviembre
- Parte 2 (episodios 6 al 10): jueves 12 de diciembre
Sorogoyen, también productor ejecutivo de la serie, dirige cuatro de los diez episodios que conforman la historia. Los otros seis capítulos están dirigidos por Sandra Romero y David Martín de los Santos. También participan en el guion Marina Rodríguez Colás y Antonio Rojano.
El músico y escritor Nacho Vegas, considerado uno de los autores más relevantes de la música independiente de nuestro país, aporta su sello personal a la banda sonora con un tema original inspirado por la trama que cierra la serie. La canción Los años nuevos, producida por Nacho Vegas junto a Hans Laguna, Cristian Pallejá y Ferran Resines, ya está disponible en las principales plataformas de audio.
Los años nuevos es una serie original Movistar Plus+ en colaboración con Caballo Films y en asociación con ARTE France que será distribuida internacionalmente por Movistar Plus+ International.
Realidad contra verdad
Cada capítulo de esta serie narra la Nochevieja y el Año Nuevo durante una década entera. Veinticuatro horas en la vida de una pareja que se conoce en 2015 y va evolucionando hasta el 2025. La propuesta se basa en que el espectador rellene lo que ha ocurrido durante 12 meses, algo que no cuesta gracias a un guión que nunca es obvio pero que resuelve todas las dudas.
Cada episodio es como ver a estos dos personajes desde una cerradora. No hay nada impostado, todo fluye con una autenticidad que, como espectador, uno se siente como un voyeur indiscreto. Y lo mejor es que la serie es muy consciente de que para transmitir verdad no hace falta ser realistas. La realidad, en muchas ocasiones, no es creíble.
Sorogoyen y su equipo utilizan el artificio para encontrar la verdad: esta es la definición del arte. Da igual cuando te muestran imágenes oníricas o situaciones extremas, es imposible no reconocerse en Oscar, Ana y su entorno. Para esto ayuda (o es fundamental) una dirección de actores única y unos intérpretes (desde los protagonistas hasta los extras) impecables. En ningún momento se nota la mano del guion, todo fluye con esa sensación de estar viendo lo que nos podría pasar a cualquiera. Habrá quienes digan que en muchas ocasiones no pasa nada en Los años nuevos. No es cierto. El costumbrismo también encierra muchos conflictos internos.
De menos a más
Los años nuevos va de menos a más. Al principio, el primer episodio puede descolocar. No es hasta pasada media hora que uno comprende bien quién es quién y hacia dónde se dirige la serie. El segundo capítulo también juega con cierta confusión pero se disfruta. El tercero es precioso, un cuento de amor que funciona como luz dentro del drama. El giro importante lo encontramos en un quinto episodio claustrofóbico y revelador, con una escena final que merece todos los premios del mundo (lo que hace Iria del Río sólo lo alcanzan los grandes).
La segunda parte (que llegará el 12 de diciembre) arranca con dos capítulos impresionantes y encapsulados. Dos piezas maestras que funcionan por sí solas. De ahí vamos derivando hacia la madurez de los personajes, donde la luz se vuelve más oscura y el amor y la inocencia del comienzo sufren los varapalos de la experiencia. Así es la vida misma.