Sucesos
CORRUPCIÓN

El jefe de la UDEF acumuló en cinco años un botín de más de 37 millones de euros

El inspector jefe de la UDEF, Oscar Sánchez, fue capaz de amasar más de 37 millones de euros en poco más de seis años gracias a su integración y escalada hasta la cúpula de la célula española de los narcos del clan de los Balcanes, los reyes del tráfico de cocaína que circula en Europa en la actualidad. A los 20 millones de euros que la Policía Nacional encontró entre las paredes y los techos de sus chalets de Villalbilla (Madrid) y de Denia (Alicante) y en su despacho, se suman otros 17 millones de euros que el agente poseía en decenas de monederos de criptodivisas. Esta última parte del botín no se ha podido recuperar debido a la nula colaboración del detenido con sus ex compañeros de la Policía.

El perfil del agente es de un auténtico «yonqui del dinero» que guardaba montañas de billetes entre las paredes de su casa porque no quería perder de vista su tesoro. Tanto, que hasta ocultaba decenas de miles de euros en la caseta del perro de su casa de Villalbilla, en las guanteras de sus coches o hasta en un armario de su despacho en la Jefatura Superior de Policía.

Para averiguar cómo fue capaz de hacerse con una cantidad escandalosa de dinero como la que tenía, es necesario remontarse a los años en los que trabajaba en la Unidad Central contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO). Su trato habitual con confidentes terminó llevándole al lado oscuro, especialmente por su amistad con uno de ellos que ha terminado detenido en la misma operación en la que cayó el inspector jefe de la UDYCO y su esposa, también agente de la Policía Nacional en la comisaría de Alcalá de Henares.

Ese confidente fue el que tiró del policía hacia el bando de los narcos, para los que empezó a trabajar a toda máquina desde el principio, hace casi siete años. La época en la que sus familiares comenzaron a fundar sociedades para intentar ocultar los tremendos beneficios que le reportaba su colaboración con el clan de los Balcanes. Primero empezó cobrando por cada envío finalizado con éxito, con el tiempo escaló hasta la cúpula de la célula española de la organización de narcos.

Usaba las bases policiales

El jefe de la UDEF de Madrid usaba el mismo sistema que el comandante de la Guardia Civil acusado de participar en la trama del caso Koldo. Ambos se servían de las bases de datos policiales para despistar a sus compañeros y detectar si sus cómplices eran investigados por otros policías o guardias civiles.

Según la investigación, el inspector jefe Óscar Sánchez se servía de las bases del sistema informático del Grupo de Análisis y Tratamiento de la Información (GATI). La base de datos GATI de la Dirección General de la Policía es el sistema en que las unidades especializadas de la Policía Nacional vuelcan los datos relevantes de investigaciones en curso. Si un investigador vuelca información sobre un objetivo, el sistema le enviará una alerta si otro policía consulta cualquier información de ese mismo objetivo. Así fue como el agente, según la Unidad de Asuntos Internos, controlaba que los envíos de los narcos llegaran a España sin peligro.

 No podía blanquear tanto dinero

El inspector ascendió y pasó de la UDYCO central a la UDEF de la Jefatura Superior de Madrid y con él sus conocimientos y sus relaciones con los narcos, sólo que ya no era un colaborador y formaba parte de la cúpula. Ahí empezaron sus problemas: la cantidad de dinero negro que había acumulado era tan desmesurada que no tenía tiempo de blanquear el botín introduciéndolo en el circuito legal.

Para poner sus ganancias a salvo, el ahora jefe de la UDEF tuvo que recurrir a las criptomonedas, donde llegó a introducir hasta 17 millones de euros vinculados a cuentas radicadas en Dubái. No era suficiente y se vio obligado a crear un entramado societario con ayuda de conocidos y familiares, la red también conducía a Dubái, donde ahora la Policía Nacional se esfuerza en recuperar todos esos activos hasta ahora sin éxito.

Alertó a los jefes para que escaparan

Su compromiso con la organización, ya como parte de la cúpula, siempre según la investigación, era tal que sus compañeros le acusan de un delito de revelación de secretos oficiales. Le señalan por dar el chivatazo que permitió escapar de la operación policial a los dos líderes de la organización.

Gracias a la alerta del jefe de Antiblanqueo, el representante del cártel de los Balcanes en España y su mano derecha tuvieron tiempo para escapar de la operación policial que se ha saldado con 15 detenidos y más de 13 toneladas de cocaína requisadas.

Fue cuestión de horas, pero suficiente para escapar del cerco policial. Alertados por su cómplice, el inspector jefe de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), los dueños de la empresa de importación de frutas que funcionaba de tapadera para traer a España toneladas de cocaína desde Latinoamárica ocultas en contenedores marítimos escaparon de la operación policial.