Sucesos
OKUPAS

Incendios y amenazas: okupas de Barajas siguen hostigando a los vecinos a pesar del refuerzo policial

Los vecinos acusan a los okupas de quemar una moto e intentan agredir a una mujer y su hija

El refuerzo policial impide la llegada de más okupas pero no acaba con los altercados

  • Ángel Moya
  • Periodista en activo desde 1994, especializado en información de sucesos y actualidad. En OKDIARIO desde el año 2018, también colaboro en televisión y en radio.

Los okupas que tienen atemorizado al barrio de Barajas (Madrid) han vuelto a actuar durante el fin de semana. A pesar del refuerzo policial, han quemado de nuevo una motocicleta de un vecino, han intentado agredir a una madre y su hija y han seguido a una mujer hasta el punto que se vio obligada a pedir ayuda. Tres nuevos incidentes en sólo 72 horas.

Los vecinos son rehenes de la violencia de los okupas en su barrio Barajas desde hace meses. La situación, denuncian, ha pasado de los insultos y las amenazas diarias a la violencia y los robos.

Los protagonistas son cerca de 40 okupas magrebíes y subsaharianos que se han establecido en un antiguo edificio industrial de la calle Trespaderne y a los que los vecinos responsabilizan de los picos de inseguridad que está sufriendo el barrio desde su llegada.

El «censo» de okupas

Tras dos meses de protestas, y dos concentraciones frente al edificio okupado, el día 23 de septiembre la Delegación del Gobierno convocó a los vecinos a una reunión en la que les prometió reforzar la seguridad en la zona.

Desde entonces, al menos un patrulla de la Policía Nacional permanece apostado en la puerta del edificio de los okupas. Los agentes no han expulsado a los okupas ya que de momento la ley no se lo permite, pero han hecho una suerte de «censo» y no dejan pasar a los nuevos okupas que acuden buscando alojamiento en el inmueble.

Estos okupas recién llegados son los que están protagonizando los últimos incidentes. Cuando comprueban que la Policía no les va a dejar entrar al edificio, los okupas arremeten contra los vecinos, a los que culpan de su situación y los hacen objetivo de sus amenazas e insultos.

Se plantean una nueva concentración

Este fin de semana ya se ha registrado una tentativa de agresión. En otro caso, un okupa que pernoctaba en la calle guardó sus pertenencias bajo la funda de una moto. El dueño de la moto fue a coger su vehículo y dejó en la calle las mantas y los objetos que halló. Cuando el okupa acudió a recogerlos, no los encontró y en venganza intentó quemar la moto del vecino. Afortunadamente, los testigos de los hechos consiguieron apagar las llamas que ya habían consumido la funda de la moto y quemado el asiento.

«Con la presencia de la Policía en la puerta del edificio la cosa ha mejorado, pero los incidentes se siguen produciendo, los okupas siguen bebiendo y drogándose en los parques y nos hacen la vida imposible, esto no se soluciona hasta que los echen a todos», explica una vecina.

Fuentes vecinales confirman que si la situación no cambia y se expulsa a los okupas, volverán a concentrarse frente al edificio okupado. Los vecinos aseguran que les han perdido el miedo a los okupas.