CIUDAD REAL

Condenado a 6 años de cárcel el anciano de Ciudad Real que mató al ladrón que entró a robar en su casa

El anciano de 77 años disparó dos veces sobre un ladrón reincidente que entró en casa a robar

El ladrón, un ex militar hondureño, tenía múltiples antecedentes

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Ángel Moya

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a seis años y tres meses de prisión al octogenario Pepe Lomas, el conocido librero de Ciudad Real, como autor de un delito de homicidio con dolo eventual por matar de dos tiros a un ladrón hondureño con antecedentes que entró a robar en su finca de La Atalaya la madrugada del 1 de agosto de 2021.

Según la sentencia, el tribunal aplica a Pepe Lomas la eximente incompleta de alteración psíquica y la atenuante simple de confesión, algo que ya recogía el veredicto del jurado popular que le declaró culpable.

La sentencia coincide con la petición que al final del juicio hizo la Fiscalía de rebajar la pena de 12 años y seis meses a seis años de cárcel. La acusación particular que al principio del juicio solicitaba 25 años por un delito de asesinato, terminó pidiendo para el anciano de Ciudad Real poco más de siete años de prisión.

La defensa de Lomas, que tenía 77 años en la fecha de los hechos, siempre ha solicitado la libre absolución, por entender que el anciano actuó en legítima defensa.

En cuanto a la responsabilidad civil, el fallo condena al anciano de Ciudad Real a pagar 48.000 euros a cada uno de los dos progenitores de la víctima y otros 19.000 euros a cada uno de los dos hermanos de la persona fallecida, declarando la responsabilidad civil directa a la mutua de seguros Mapfre España hasta el límite de cobertura.

Además, se mantienen las medidas adoptadas el 11 de mayo de 2022 cuando fue decretada la libertad provisional del ahora condenado. José Lomas estuvo anteriormente en prisión provisional durante nueve meses y medio.

El letrado de la defensa ya anunció que recurrirá la sentencia, recurso que se puede presentar en el plazo de 10 días ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.

La motosierra

El suceso se produjo la madrugada del 1 de agosto de 2021 cuando un ladrón hondureño con múltiples antecedentes, incluido el de homicidio, entró en la casa de campo del acusado. El anciano se sobresaltó al escuchar los ruidos y cogió una de sus escopetas -disponía diversas armas de caza en el interior de la vivienda- saliendo armado al exterior del inmueble.

En el interior de su parcela pudo observar, a una distancia de 15 metros, a una persona que portaba una motosierra apagada y otras herramientas que habría sustraído del cuarto de aperos de la casa de campo.

Al comprobar el acusado que había un extraño en su casa de campo, se dirigió donde se encontraba el presunto ladrón para asestarle un disparo en el tórax a una distancia de cinco metros y sin aviso previo «con el ánimo de acabar con la vida» del intruso según el veredicto.

Acto seguido, el acusado volvió a efectuar un segundo disparo por la espalda que impactó en la cara posterior del tórax. Ambos disparos causaron al intruso heridas mortales que acabaron con la vida de esta persona que tenía múltiples antecedentes judiciales por robos.

«Prefería morir defendiendo mi casa»

Durante el juicio, el anciano librero de Ciudad Real insistió en que esa madrugada temía por su vida y decidió disparar a bulto sobre el ladrón. «Si te tocan lo sagrado… Para mí, mi casa soy yo, si a mí me tocan mi casa, ya no soy yo».

Lomas relató al tribunal que esa madrugada disparó al intruso creyendo que había más asaltantes y pretendían tenderle una trampa. «Me desperté sobre las dos de la mañana con unos ruidos en el exterior, cogí la escopeta, salí al patio y al ver una cortina anudada, la puerta de un trastero abierta y el cuadro de riego totalmente destrozado, me entró el pánico y pensé que venían a por mí».

«Tenía miedo porque era mi vida la que estaba en juego», ha insistido, «vi entonces un bulto con ropajes tipo esquimal, con una motosierra hacia arriba, pensé que había más gente y que si me acercaba me podían cortar el cuello», explicó el acusado.

El librero disparó dos veces al ladrón. Él contó que fue a doce metros de distancia, aunque el sumario mantiene que sucedió a menos de cinco. El anciano relató que no sabía que había matado al ladrón y que no tenía intención de matar. «Yo no tenía intención de matar, quería quitarme la pesadilla de encima para que no volviese. Yo soy incapaz de coger un pollo y retorcerle el pescuezo, veo una gota de sangre y le doy la espalda», dijo, insistiendo en que tiene un carácter tranquilo y pacífico. «Me gusta la paz, pero cuando tú no la tienes, tienes que defender tu derecho a ella. Prefería morir defendiendo mi casa», explicó al tribunal.

Tras ser declarado culpable por el jurado popular, ahora la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha fijado la pena para Pepe Lomas en seis años y tres meses de cárcel.

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